Los futuros de la soja en Chicago volvieron a caer ayer hasta los mínimos valores de abril de 2016, y la posición más activa, julio �17, cerró a u$s 335,1 la tonelada, en medio de mejoras climáticas en Estados Unidos que hacen presagiar que la siembra de la nueva campaña no tendrá mayores inconvenientes.
También impactó de manera negativa en las cotizaciones un cierto repliegue por parte de China, al menos como comprador de soja estadounidense, ante la caída los márgenes de la molinería del gigante asiático; así como los datos de exportación de la oleaginosa de Brasil, que alcanzaron en mayo un récord histórico, sobre todo luego de la fuerte devaluación del real tras el escándalo del audio que involucra al presidente Michel Temer en un caso de corrupción.
A nivel local, en tanto, como viene sucediendo en las últimas semanas, la oleaginosa subió hasta $ 3900 la tonelada disponible, ante la necesidad de las fábricas de hacerse de mercadería. Las posiciones futuras en tanto se movieron en torno a u$s 244 la tonelada, en medio de una resistencia de los productores a convalidar los actuales valores de mercado.