Esta etapa positiva ha sido más el resultado de las expectativas de nuestros ganaderos que de los estímulos concretos, la corrección cambiaria, la derogación de los ROES y la rebajas de los derechos de exportación fueron señales muy positivas que ayudaron a cerrar una etapa para el olvido, después de tanto años de sometimiento hoy están disfrutando su pasión por la libertad de poder trabajar.
Siendo este un sector de competencia casi perfecta que prácticamente nunca ha recibido subsidios, construyó su eficacia en la feracidad de sus tierras y en el expertise ganadero acumulado por más de 100 años. Pero el hecho de ser autosuficiente y regulado por sus propias leyes de oferta y demanda no quita que la acción del Estado en momentos iniciales es imprescindible, no para vivir de renta de un Estado al que muchos se prenden, sino para ser inteligentes con políticas públicas que motoricen la inercia de un programa completo que traerá con creces devoluciones en lo mediato.
El desarrollo de un programa de novillo pesado que requiere inmediatez no puede hacerse solamente de buenas intenciones y expectativas a futuro, requieren el puntapié inicial de un aporte de capital vía financiamiento que logre utilizar todas las herramientas disponibles como fideicomisos, forward ganadero, warrant ganadero (instrumento indispensable), mercados de futuro.
La aplicación direccionada y por programa utilizando las ventajas de un sector que posee una trazabilidad en todo su stock, con sistemas comerciales transparentes, modelos de confinamiento que dan seguridad y una industria preparada para trabajar en los estándares internacionales más exigentes, son la garantía de fijar objetivos posibles a cumplir.
Hacer un novillo pesado es toda una política de Estado que necesita como siempre un punch inicial que ponga en movimiento el sector, las señales claras son imprescindibles para un proceso de ciclo largo y la utilización de instrumentos existentes son la mejor garantía de su puesta en marcha.
El Forward es un instrumento de más de cien años en la agricultura que recién tuvo formato institucional hace 3 años en la Bolsa de Comercio de Rosario cuando creo el Forward Ganadero, un instrumento de programación de la venta con entrega de la mercadería a futuro que permite canalizar financiamiento a los actores, el mayor valor de un Forward es la posibilidad de endosarlo y que aparezca el financiamiento, de forma tal que en forma direccionada financiamos a un criador que apueste a comprometerse a realizar un novillo pesado.
El Banco de la Nación Argentina es la entidad que desde su creación trabajo junto al campo, financiando la actividad agropecuaria y generando políticas activas mediante créditos a tasas razonables. El negocio ganadero en el fondo es un gran negocio financiero extendido en el tiempo, al cual solamente los sistemas de confinamiento le han dado una utilización plena como así también algunos intermediarios de la compra y venta.
No existe forma más equitativa de acompañar el proceso de desarrollo de un novillo pesado que apostando al criador y a su recría, logrando acompañar a aquellos que más tiempo conviven con su animal, siendo el eslabón más débil de la cadena pero a la vez quien garantiza su existencia desde que larga los toros al rodeo, acompaña toda su preñez y destete mediante comienza una recría responsable.