El índice asociado al fenómeno del Pacífico Ecuatorial empieza a perfilar un Niño de baja intensidad que deberá confirmarse en agosto. Aiello alertó sobre las altas condiciones de humedad edáfica con las que comenzó el invierno, “evidentemente hay muchos lotes encharcados donde no se podrá sembrar”.
Con un escenario de saturación hídrica importante charlamos con el Dr. José Luis Aiello en medio de la siembra fina. Conversamos también de hacia dónde se moverá el clima de Argentina en un momento clave para tomar decisiones y estrategias. Disminuir el impacto de los excesos será un tema que no pasará de moda en el futuro de la agricultura argentina.
—José Luis, en un año técnicamente Niña tuvimos una gran cantidad de lluvias entre diciembre y enero en la región núcleo, ¿cuánto pensás que tuvo que ver en esto la influencia del calentamiento global?
—Parte de esas importantes inestabilidades que se protagonizaron en pleno verano se originaron por el cambio climático. Por eso es tan importante incorporar esas anomalías atmosféricas que se traducen en lluvias intensas. Pero ojo, también pueden dejar como saldo periodos secos muy fuertes y pulsos pronunciados de temperatura. Será parte del sistema de producción en adelante.
—¿La influencia del cambio climático retrocederá o la situación de la atmosfera seguirá desestabilizándose?
—Esta influencia continuará, sin lugar a dudas. Los constituyentes atmosféricos, que alteran el balance radiactivo de la atmosfera y son causantes de sus cambios, seguirán activos. Incluso aun cuando el hombre no inyecte más contaminantes durante las próximas décadas. El efecto va a seguir operando sobre las temperaturas de los mares. Los océanos actúan absorbiendo la mayor parte del calor del planeta.
—Entonces, se puede decir que vamos a una serie climática cada vez más influida por esto, o sea ¿habrá Niñas más moderadas o en menor cantidad y Niños dominando sobre las estadísticas?
—Sí, esta será una de las consecuencias. Los Niños serán más frecuentes que las Niñas durante el presente siglo.
—Volviendo a cuestiones más locales, en este año que se proyecta una gran campaña de trigo, ¿cómo ves que se puede presentar el invierno? ¿Puede haber problemas de excesos en la región pampeana durante la siembra en junio o julio?
—Si las lluvias son normales no tendremos grandes problemas, pero la situación de la que se parte es difícil. No perdamos de vista que entramos a un invierno con altas condiciones de humedad edáfica y el periodo invernal es donde se producen las menores evapotranspiraciones. Evidentemente hay muchos lotes encharcados donde no se podrá sembrar.
—José Luis, Niña, Niño, neutro quizás, ¿se puede saber hoy cómo va a estar actuando el Pacífico para la próxima campaña gruesa?
—Hoy los modelos de pronóstico climático están mostrando un Niño de baja intensidad para la campaña 2017/2018. La definición más precisa la tendremos en agosto, un mes antes del comienzo de la primavera. Si el año se confirma Niño vamos a describir las consecuencias para los distintos cultivos como hemos hecho todos los años en GEA.
—Desde hace 5 años venimos midiendo en GEA fuertes lluvias con grandes montos finales superando las medias zonales, incluso en años con indicadores neutrales o como en esta campaña con Niña técnica. ¿Qué lectura haces en lo personal al respecto?
—En la región pampeana llueve más y eso es consecuencia del cambio climático. La región más evidente es el oeste, donde áreas marginales que conformaban el límite pampeano pasaron a tener producciones agrícolas importantes. Allí se destacan áreas de La Pampa y San Luis fundamentalmente.
—¿Qué podes aconsejarle al productor de cara a la nueva campaña?
—En primer lugar que tome información seria acerca de las posibilidades científicas en el tratamiento del clima dado que hay muchas cosas que se dicen y no son ciertas. En segundo lugar que tome un seguro climático. Con esta inestabilidad que se manifiesta hay que tomar precauciones.
Fuente: BCR