El engaño hacia los tamberos por parte de la empresa ya parece, a esta altura, una metodología nefasta de trabajo. El salvataje económico por parte del Gobierno nacional hacia la cooperativa, que hasta ahora solo ha buscado garantizar el pago de los sueldos de los más de 4.500 empleados directos, vuelve a darle la espalda a los tamberos.
Es un acto de extrema crueldad diferir el pago de la leche a tamberos que poseen sus establecimientos inundados, sin posibilidad de tomar créditos bancarios y que vienen soportando en carne propia una interminable crisis láctea desde hace años. Atrasar el pago es darle el "tiro de gracia" a sus cada vez más imposibles expectativas de recuperación económica. De esto también debe hacerse cargo SanCor en este presente y en el futuro.
La empresa está tan mal financieramente que en muchos bancos no califica solventemente, ni siquiera para que un tambero pueda continuar negociando con los cheques que recibe como parte de pago.
Dentro de un panorama negro que incluye además el cierre de oficinas y sucursales de SanCor en distintos puntos del país, el problema de la cooperativa va mucho más allá de la puesta en marcha de un nuevo salvataje económico por parte del Estado. La empresa se ha manejado de forma espuria durante estos últimos años, engañando sin miramientos ni contemplaciones con sus pagos a los tamberos, a los consumidores con precios de lácteos injustificables y a los empleados que no logran percibir sus sueldos.
CRA solicita a las autoridades nacionales que cualquier ayuda o salvataje
económico sea equitativo y contemple inflexiblemente el pago de la leche en
tiempo y forma y a un precio justo a los productores tamberos.
Fuente: Confederaciones Rurales Argentinas