Para la soja de los Estados Unidos, el inicio de la campaña 2017/2018 es óptimo desde el punto de vista agronómico, pero no desde la tendencia de sus precios. Ayer, en su primera valoración semanal del año para la oleaginosa, el USDA relevó el avance de la siembra sobre el 6% de la superficie estimada (36,21 millones de hectáreas) y sorprendió a los operadores, que esperaban un progreso sobre el 2% del área. El dato oficial también superó el 3% vigente un año atrás y el 3% promedio de los últimos cinco ciclos agrícolas.
Estos datos, que fueron publicados por el organismo tras el cierre de los
negocios en la Bolsa de Chicago, impactaron ayer sobre los precios. Así, las
pizarras reflejaron quitas de US$ 2,48 sobre los contratos mayo y julio de la
soja, cuyos ajustes resultaron de 350,72 y de 354,58 dólares por tonelada.
Las pérdidas podrían haber sido aún mayores de no mediar la devaluación del
dólar frente al euro (la paridad pasó de 1,0852 a 1,0950); el leve repunte del
petróleo (de 48,92 a 49,23 dólares por barril), y las lluvias en amplias zonas
agrícolas de la Argentina, que demorarán las labores de cosecha.
Cabe tener en cuenta que la actual intención de siembra estimada en los
Estados Unidos es un 7,3% superior a la superficie efectivamente cubierta
durante la campaña 2016/2017, de 33,75 millones de toneladas, que dio lugar a
una cosecha récord, con 117,22 millones de toneladas. Además, el estado de los
suelos en el Medio Oeste (zona núcleo para la producción de los granos gruesos
estadounidenses) está próximo al ideal, dado que un 89,76% no presenta
restricciones hídricas, un dato levemente mejor al 84,40% vigente un año atrás,
según informó el Centro Nacional de Mitigación de la Sequía.
En adelante, el mercado comenzará a seguir con más atención el informe semanal que el USDA publica los lunes con el estado de situación de los cultivos y los reportes meteorológicos para el Medio Oeste de los Estados Unidos. En ese sentido, las previsiones para los próximos 14 días dan la posibilidad de lluvias por encima de los registros normales, algo que, de cumplirse, podría demorar la siembra de maíz (ayer fue reportada sobre el 17% del área, por debajo del 28% de 2016 y del 18% promedio de los últimos cinco ciclos) y sumar más hectáreas a la soja, lo que resultaría negativo para los precios.
En el mercado doméstico pesó más la necesidad de los compradores que las bajas externas, por lo que el valor de la soja disponible se mantuvo estable, en $ 3650 por tonelada para las terminales del Gran Rosario. Por negocios con lotes importantes se habrían llegado a pagar $ 3700, un nivel que venían reclamando los vendedores en las últimas ruedas.
En los puertos del Sur la demanda ofreció $ 3650 por tonelada de soja para Bahía Blanca, $ 50 más que ayer, y $ 3550 para Necochea, sin cambios.
También en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) la soja logró eludir las bajas externas. La posición mayo se mantuvo estable, con un ajuste de US$ 239,30 dólares, mientras que el contrato julio sumó US$ 0,30 y cerró con un ajuste de 246 dólares por tonelada.
Mejoras externas para los cereales
Las posiciones mayo y julio del maíz en Chicago aumentaron US$ 2,26 y 2,46, mientras que sus ajustes resultaron de 143,69 y de 146,35 dólares por tonelada. Los fundamentos alcistas resultaron los pronósticos de lluvias para las zonas productoras estadounidenses, que podrían demorar la siembra; la mejora del precio del petróleo, y la competitividad aportada por la devaluación del dólar.
Ese último factor alcista para las materias primas de los Estados Unidos -la debilidad del dólar frente al euro- también favoreció al trigo, cuyo precio cayó casi un 6% en las seis ruedas precedentes. Las posiciones mayo y julio en Chicago recuperaron US$ 2,30 y 2,85, en tanto que sus ajustes fueron de 150,19 y de 156,90 dólares. En Kansas, los mismos contratos sumaron US$ 3,77 y 3,86, al terminar la jornada con valores de 151,39 y de 156,07 dólares por tonelada.
En el mercado local, se mantuvieron firmes los precios de los cereales. Por tonelada de maíz la exportación pagó $ 2500 para Bahía Blanca, $ 20 más que ayer, y $ 2400 para el Gran Rosario, sin cambios. La mercadería para entregas durante el mes próximo volvió a oscilar de 150 a 160 dólares.
Las posiciones julio y septiembre del maíz en el Matba sumaron US$ 1 y 1,50, mientras que sus ajustes fueron de 144 y de 145 dólares por tonelada.
En cuanto al trigo, los exportadores ofrecieron $ 2500 por tonelada para el Gran Rosario, $ 50 más que ayer. Sin cambios cerró la jornada en Necochea y en Bahía Blanca, donde los compradores pagaron 2450 y 2400 pesos, respectivamente.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que los molinos pagaron entre 2200/2920 pesos por tonelada de trigo, según calidad, procedencia y forma de pago.
Por el trigo con entrega en enero, los compradores volvieron a ofrecer 155 dólares en todas las terminales. En el Matba el contrato enero sumó US$ 2 y terminó la rueda con un ajuste de 158 dólares por tonelada.