Luego de doce meses consecutivos de caída de la actividad económica el mes de marzo parece indicar el punto de quiebre partir del cual comenzará la recuperación. Si bien la mejora en los indicadores de actividad, de producción industrial y de empleo no son generalizados y aún no puede asegurarse que sean sostenibles en el mediano plazo, sin embargo, algunos informes sectoriales anuncian señales alentadoras. Los datos positivos se ven beneficiados, por otra parte, por una baja base de comparación. El segundo trimestre de 2016 fue el período de mayor caída de la actividad, por cuanto cualquier mejora en la producción tendría ese beneficio estadístico.
Los analistas coinciden en que el sector agroindustrial –y las actividades vinculadas–, así como la construcción y el sector energético (electricidad y gas) fueron los motores de la actividad económica durante el primer trimestre del año. El Índice General de Actividad (IGA) de la consultora Orlando Ferreres & Asociados (OJF) registró en marzo un incremento del 1,2% comparado con el mismo mes del año anterior pero el acumulado del primer trimestre del año aún se mantiene en terreno negativo en términos interanuales (-1,1%), especialmente por la fuerte caída registrada en febrero. La medición desestacionalizada muestra un avance del 0,8%.
El giro
“Si bien el comienzo del año no fue particularmente favorable, en el tercer mes del año se observaron notorias reacciones en la mayoría de los sectores”, reseña OJF, y aclara que en el tercer mes del año el “modesto desempeño de la industria y el comercio (en los que se desaceleró la caída) fue compensado con un repunte en la actividad de la construcción (5,2%) y del segmento de electricidad y gas (5,2%), que acompañaron a la expansión del sector agrícola (8,1%)”.
Lo más relevante es que pese al “valle” que supuso el mes de febrero en la lenta recuperación de los últimos seis meses, según Ferreres la actividad económica creció 2,4% desde el piso alcanzado en septiembre pasado. De cara al futuro, espera que “a partir del segundo cuarto del 2017 las señales positivas se consoliden, en un entorno de recomposición de los ingresos de los hogares, permitiendo así que la recuperación se vuelva un fenómeno más homogéneo”, pronostica.
Datos mixtos
Pese a que la industria aún muestra un comportamiento heterogéneo, el último informe de actualidad de la Unión Industrial Argentina (UIA) exhibe un punto de inflexón en marzo. Tras el deplome de la actividad manufacturera en febrero (-9%) los indicadores preliminares de producción de marzo hablan de una incipente recuperación en sectores vinculados a la construcción y el agro. Como ejemplo, la UIA menciona el salto que dio la producción de acero (23,5%) en términos interanuales, así como el aumento del cemento (15,5%) y otros insumos de la construcción (11,2%).
En el bajón de febrero sobresalió el desempeño de la metalmecánica, impulsado por la fabricación de maquinaria agrícola y, en menor medida, autopartes, además de equipos médicos, aunque el resto de las segmentos de este rubro registró caídas interanuales.