Márgenes desalentadores
Los tramos finales de la soja 2016/17 vienen complicados. Muchas hectáreas se perderán o reducirán rindes por cuestiones climáticas, pero también habrá inconvenientes para quienes obtengan rindes normales, sobre todo en campos alquilados. "El arrendatario que coseche 34qq/ha de soja de primera en el sur de Santa Fe cambiará la plata después de trabajar sin descanso durante seis meses si tiene que vender el producto en esta época", dice el titular de una agronomía de la zona.
Cuenta muy pareja
La cuenta es sencilla: el ingreso neto de 34 qq/ha de soja es del orden de US$ 590 por hectárea si se consideran los precios actuales y si se descuentan los gastos de comercialización. Los costos de implantación y de protección pueden ascender a US$ 350 por hectárea, a los que hay que sumar un alquiler de US$ 235 (10 qq/ha de soja). Total: US$ 585 por hectárea, que casi equivalen al ingreso neto. En campo propio, con gastos de estructura de US$ 170, quedarían "limpios" US$ 70 por hectárea.
Precios por el piso
Estos números pueden mostrar pequeñas variaciones según planteos productivos y zonas, pero marcan una tendencia clara. La principal causa de este resultado desalentador para quienes no aprovecharon los precios que se podían tomar dos meses atrás son las bajas cotizaciones. Actualmente, el precio neto de la soja a nivel del bolsillo del productor, descontados gastos de flete y de comercialización, es del orden de US$ 176, un valor que no se veía desde mucho tiempo atrás.