Las inusuales precipitaciones que afectaron en las últimas semanas a lugares
tan distantes como Tucumán y Comodoro Rivadavia castigaron ahora la pampa
húmeda. Durante el último fin de semana, en gran parte de la provincia de Buenos
Aires hubo registros superiores a los 200 milímetros. Es decir, en dos días cayó
tanta agua como el promedio de dos o tres meses, según la época del año. Para el
ministro de Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquís, las precipitaciones de
más de 50 milímetros afectaron 37 partidos en los que se producen soja, maíz,
carne y leche. Se trata de casi el 30% de los 128 partidos productivos (sobre un
total de 135) que tiene la provincia. Rauch y Junín fueron los más perjudicados,
con 250 y 260 mm, respectivamente.
"No podemos saber hasta que no baje el agua. Falta un montón para la cosecha de
soja y maíz, pero va a haber lugares que van a sufrir pérdidas y otros con
rindes tan buenos que van a compensar", expresó el ministro Sarquís.
A muchos productores el fenómeno del fin de semana les hizo recordar lo que ocurrió en abril del año pasado, con un temporal que se prolongó durante 21 días y dejó mayores daños en Santa Fe y Córdoba. Aunque sin la virulencia del año pasado, esta vez también sorprendieron los milímetros caídos en pocas horas y en varios lugares distantes entre sí.
Entre otros, se destacaron los siguientes registros que relevó la firma Zeni: Necochea, 200 mm; Miramar, 160 mm; Tandil, 220 mm; Saladillo, 220 mm; Pergamino, 100 mm; 25 de Mayo, 250 mm; Balcarce, 175 mm; Ayacucho, 190 mm; Rauch, 250 mm; Bragado, 230/270 mm; Chivilcoy, 180 mm; Lincoln, 200 mm, y Junín, 260 mm.
En el oeste bonaerense también hubo abundantes lluvias, como los 130 mm en Piedritas y 155 mm en la zona de El Día, en el partido de General Villegas. Ese partido viene con campos inundados desde el año pasado y allí la situación volvió a ponerse complicada. Según los productores, al menos entre el 40 y el 50% de sus 700.000 hectáreas hay inconvenientes.
"Esto es un desastre", señaló Santiago Rodríguez Ribas, productor de General Villegas. Desde comienzos del año, en la zona hay acumulados de 700 a 750 mm, más del 70 a 80% del registro de un año normal. Además de las lluvias, en esa zona de la provincia ingresa mucha agua que llega desde Córdoba y La Pampa. En el último tiempo hubo evacuaciones de hacienda y cierre de algunos tambos por las dificultades para sacar la producción de los campos.
El fin de semana también hubo precipitaciones en el centro sur de Santa Fe y las estadísticas ya marcan igualmente allí cifras históricas en lo que va del año. En rigor, según la Bolsa de Comercio de Rosario, desde principios de año se superaron en el sur provincial los 700 milímetros, con casos como los 840 mm en la localidad de Labordeboy.
En líneas generales, la amplitud del fenómeno del fin de semana dejó sus
consecuencias. La cosecha de soja, que a la semana pasada había avanzado al 5,9%
de la superficie sembrada (19,2 millones de hectáreas), quedó paralizada. Y
también hay dudas sobre su volumen final. Se venía pronosticando una cosecha de
56,5 millones de toneladas, pero según Rodolfo Rossi, presidente de la
Asociación de la Cadena de la Soja (Acsoja), "se va a poner difícil" alcanzar
ese número. "Sigue afectándose la zona núcleo, que es la que más suma a la
producción", dijo Rossi. En esa región, que comprende el sur de Santa Fe, el
norte bonaerense y el sur cordobés, cayeron más de 100 milímetros, con picos de
260 mm en Junín (hubo otros 70 mm la semana anterior) y faltan recolectar más de
4,5 millones de hectáreas del cultivo, más de la mitad.
"Pérdidas y aumentos en los costos ya tenemos, pero resta saber cuánto", señaló
Juan Pablo Ioele, asesor en el sudeste cordobés. "No se puede evaluar aún, pero
con esta tendencia más del 15% de los cultivos se verán afectados", señaló, por
su parte, Gustavo Duarte, asesor en el oeste de la provincia de Buenos Aires.
Además de problemas para la cosecha de soja, también se demorará la recolección del maíz, que recién va por el 15% de la superficie sembrada para grano comercial (4,9 millones de hectáreas). También se prevén serias complicaciones para los tambos en las zonas donde más precipitaciones se registraron.
En el norte de La Pampa, que recibió la semana pasada hasta 600 milímetros en varias localidades, marca que representa el total de todo un año, las lluvias fueron menores, pero el panorama sigue complicado.
De recorrida
Ayer, Sarquís; el vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador; el subsecretario de Infraestructura Hidráulica provincial, Rodrigo Silvosa, y el ministro de Agroindustria nacional, Ricardo Buryaile, recorrieron General Villegas y la zona. En esa ciudad, en la plaza principal, una multitud se concentró a la espera de la reunión de los funcionarios. En la región se cortarán las rutas 226, 188 y 33 para poner alcantarillas y descomprimir el agua acumulada.
Según informó el gobierno provincial, desde hace un año está en estado de asistencia permanente en ese partido a través de la Dirección Provincial de Gestión de Riesgo y Emergencias, con ayuda directa para la población urbana de ese partido, de colchones a alimentos. También se instalaron 14 bombas para extraer agua en las localidades de Elordi, Charlone, Piedritas y Santa Regina, mientras que en Emilio Bunge se colocaron dos bombas, entre otras acciones. En tanto, entre las distintas regiones afectadas en el último tiempo la provincia ya lleva otorgados este año préstamos por unos $ 225 millones.
Según Sarquís, que mañana se reunirá en Agroindustria con autoridades del gobierno de Córdoba para analizar el avance de obras para las inundaciones y ver cómo acelerarlas, entre otras acciones, otra de las posibles ayudas podrían venir por el lado de créditos para pequeños y medianos productores que hoy no son sujetos de crédito.
La semana pasada, el Banco Mundial otorgó un préstamo por 300 millones de dólares a la provincia de Buenos Aires para obras en la cuenca del río Salado. "Vamos a avanzar con las obras", destacó Sarquís. El ministro señaló que las lluvias también afectaron, por su importancia, a Bolívar y Junín. En esta última ciudad, ayer la gobernadora María Eugenia Vidal recorrió un centro de evacuados.