El Presidente retomó la iniciativa, luego de cincuenta días muy grises para
el Gobierno nacional: denuncias en contra de sus funcionarios, errores
innecesarios, mal humor social por los piquetes y la calle, encuestas poco
propicias y el anuncio de un paro general.
En la última reunión de gabinete, Macri les habría dicho a sus ministros “o
los mafiosos van presos o nos voltean”. El trascendido periodístico, que se
conoció hoy, acompaña el procesamiento por asociación ilícita de la ex
Presidenta, dictado por el Juez Bonadío, caracterizando el accionar de los
imputados como una “banda”. Todo el mundo se pregunta si es posible que la ex
Presidenta, luego de apelar, y perder en el reclamo, termine presa. Ello tendría
que ocurrir antes del 24 de junio, en que se inscriben las listas de pre-candidatos
para las PASO. Oficializadas las listas, los candidatos adquieren fueros.
El citado cambio de tendencia revela una decisión de alta política en el
oficialismo a la vez que un cambio de diagnóstico, impuesto por la realidad.
Hasta el viernes, decían que para gobernar en serio había que esperar a ganar
las elecciones en Octubre. Ahora se dio vuelta la relación: hay que gestionar
eficientemente y con mayor celeridad, para ganar las elecciones, siempre
suponiendo que la polarización es entre Macri y la ex Presidenta, lo cual mete
en las decisiones de inversión real en La Argentina, una fuerte incertidumbre,
ya que se pueden esperar jugadas muy fuertes de ambas partes, pero no se pueden
predecir sus resultados. Es un cambio político que tiene claras consecuencias
económicas.
De un Febrero horrible a los brotes verdes
Distintas estimaciones privadas, como la de CCR, hablan de una fuerte caída del
consumo en Febrero (5,7%), que empeora para el interior del país (6,3%). Para la
fuente, son 13 meses de baja y hay casos patéticos, como el consumo de bebidas
sin alcohol, que mermó 10,8%. Para la CAME, la producción industrial de las PyME
cayó, en el primer trimestre, 3,6%. Oficialmente, se reconoció una caída del
consumo de alimentos y bebidas, en Febrero, del 3,2%.
Lo que propició el “carácter recargado” de la política oficial, es la
evidencia de los brotes verdes, principalmente ligados a la cosecha pampeana, al
repunte en las exportaciones de las economías regionales y al blanqueo.
Consideremos el blanqueo:
• Sin dudas fue un éxito, pese a su controvertido diseño, lo cual habilita a
pensar que, mejor legislado, hubiera podido ser más exitoso todavía. En
inmuebles, el éxito es incuestionable, porque tenía una multa de sólo el 5%,
fácilmente recuperable ante el crecimiento de los precios en el mercado
inmobiliario, justamente promovido por el blanqueo. Casi nadie compró Títulos
(sólo el 2%) y hay muy pocos Fondos Cerrados de Inversión, dispuestos a operar.
• El mercado está ávido por saber a dónde irán los MU$S 7.300 del llamado
“blanqueo del colchón”, que a partir de esta semana saldrán a buscar
oportunidades y, si no las encuentran, permanecerán como depósitos en dólares en
el sistema financiero.
• La base imponible, en activos, para el Impuesto a los Bienes Personales, pasó de MU$S 116.000 a 226.000. El fisco obtuvo M$ 148.600 (equivalentes a un mes de recaudación tributaria), que serán destinados a la Reparación Histórica de los jubilados. La ANSES ya pagó M$ 60.000, por incremento de haberes previsionales y 15.000, por retroactivos o arreglos judiciales (no se notaron en el consumo). Es importante recordar que el Sistema de Seguridad Social tuvo, en 2016, un desequilibrio corriente de M$ 185.600 con lo cual, una vez pasado el efecto de las multas, seguirá “el taxi” del incremento de haberes. Por esta razón, el Ministro Dujovne mantuvo su previsión de déficit fiscal en el 4,2% del PBI, para 2017.
Las consecuencias económicas más visibles del blanqueo son:
a. En Febrero aumentó el 56.9% la venta de inmuebles en la CABA. La suba es
de 186,9% en los montos y 165% en las escrituras con crédito hipotecario. Parte
de esa plata, seguro es, hoy, capital de trabajo de las empresas de la
construcción.
b. En Marzo, el patentamiento de autos 0 km creció 36,4% (casi 77.000 autos, la
cifra más alta desde Octubre de 2013, sin tomar en cuenta los meses de Enero).
En el trimestre, la mejora fue del 42,5%.
c. En el trimestre, el patentamiento de maquinaria agrícola, vial o
industrial, creció 78%. Aquí, hacen causa común, blanqueo y cosecha.
d. Hasta que se vea la mejora en la base gravable del Impuesto a los Bienes
Personales, por ahora lo más impactante -a nivel de recaudación- es en Impuestos
Internos (por los autos patentados, entre otros factores): 79% en Marzo y 76,8%
en el trimestre. Como este impuesto se coparticipa, las transferencias
automáticas a las provincias crecen 34% en marzo, muy por encima de inflación y
salarios.
Las economías regionales aumentaron sus exportaciones, en Enero, un 21% y se
estima una cosecha agrícola en torno a los MT 120, lo cual propicia a)
reactivación en el interior, en sectores industriales ligados directa o
indirectamente al campo, y b) acceso a niveles crecientes de autofinanciación,
que pueden ayudar a dar un nuevo salto en la campaña agrícola 2017/18 (aquí
persiste la duda por las eventuales demoras en la comercialización, producto de
la caída del precio de la soja, que se combina con el evidente atraso cambiario,
ante el cual el gobierno nacional abandonó la posibilidad de hacer “milagros”).
¿Y ahora?
Los dos factores económicos que propician brotes verdes están dando su máximo
rédito. El beneficio no llega a las urbes y persiste una duda central, que el
cambio político en la actitud del gobierno no termina de resolver: ¿se verá en
el consumo interno, antes de las elecciones, el efecto de una paritaria que
supere la inflación observada en el segundo y tercer trimestre?. Y otra: ¿se
notarán en las exportaciones industriales los efectos de una eventual reducción
del costo argentino medido en dólares?.
Estos interrogantes no tienen una respuesta clara. Los dichos del Presidente
no ayudan a la inversión. Es un error que el propio Macri acepte la posibilidad
de que lo volteen. Pospondrá así las decisiones de inversión real, por lo menos
hasta Noviembre. Del monto blanqueado, el 80% sigue en el exterior, es decir que
apenas MU$S 23.500 están en el país (y M 12000 son inmuebles). Claro síntoma de
que -por ahora- no habrá derrame. Y más aún si se considera que los dólares
(ahora disponibles) que podrían ir a la construcción, por ejemplo, encontrarán
que el costo del metro cuadrado supera en 24% al vigente hace un año (medido en
dólares planchados).
Es hora de iniciar correcciones en materia impositiva y regulatoria, y de reducir las necesidades de financiamiento del Tesoro, para que entren menos dólares financieros y el Tipo de Cambio vaya a un razonable equilibrio. En esta premisa debería concentrarse la gestión, para que el eventual triunfo electoral no sea meramente causado por el “miedo a que vuelvan”.
Fuente: Años de Campo