Desde que Gonzalo Ramírez Martiarena asumió como CEO global de Louis Dreyfus,
hace poco más de un año, no le tocó bailar precisamente con la más linda. Con
los precios de las commodities muy lejos de lo que fueron hace dos años y con
los mercados moviéndose sin pausa al ritmo de Trump y del Brexit, Ramírez
Martiarena -que dialogó con LA NACION en el reciente Foro de Davos, Suiza-
asegura que "viene una nueva era de los negocios" y anticipa que la empresa está
en plena búsqueda de socios en varios unidades de negocio en el mundo.
-¿Cómo ve a la Argentina?
-La Argentina sigue siendo novedad en Davos porque la gente habla muy bien de
aquello que prometió Macri hace un año y que consiguió después. Quizás no fue
todo lo que quiso...
-Es en gran medida lo que se le reclama en la Argentina...
-Cuando empecé en Dreyfus como CEO global, en septiembre de 2015, me puse objetivos claros que quise hacer en un año. Y la dinámica propia de algo muy grande no te deja conseguirlo en un año. Lo encarrilás, pero el resultado final no lo tenés.
-También le tocó asumir cuando se había acabado la bonanza.
-Sí, el comentario a mí fue "llegaste en el peor momento" [ríe].
-Como Macri...
-Exacto, porque hay que luchar contra un viento de cola que se acabó. Eso de esperar resultados distintos haciendo lo mismo no va. Cuando escucho el empuje en tecnología que le quieren dar a la Argentina es clave. La Argentina necesita un salto cualitativo tremendo. Pero no lo puede dar en seis meses. Desde afuera veo a la Argentina muy bien.
-¿Es sostenible en el tiempo lo que se está haciendo?
-Si hablás de agro, la Argentina es un lujo. En términos económico-financieros, lo primero que hay que solucionar es la inflación. Porque se crea una mejor percepción financiera del país, donde la tasa de interés para el financiamiento de proyectos baja. Acá tuve una reunión con Henrique Meirelles [ministro de Hacienda de Brasil]. Le pregunté cómo van a hacer para que duren los cambios más allá del gobierno actual. Y lo que me dijo es: "Todo lo que podemos lo hacemos por ley". Cuando empezás a darle marco regulatorio a través de las leyes, las inversiones se alinean fácil. El secreto del gobierno en la Argentina va a ser conseguir que los planes de largo plazo estén enmarcados en una ley. Ahí el inversor extranjero que no conoce la Argentina y que ve una oportunidad se siente mucho más tranquilo para invertir.
-En el agro, ¿qué ley esperan?
-El marco regulatorio está bien. Hay que terminar de solucionar el tema ley de semillas, y creo que hay buena voluntad del Gobierno de hacerlo.
-¿Cómo van a afectar Trump y el dólar más fuerte?, ¿van a bajar más las commodities?
-En 2017 si no tenemos disrupciones financieras importantes y no hay fracasos de cosecha, los precios deberían permanecer relativamente bajos. Ahora, donde empiece a correr esto de que se puede perder cosecha con las lluvias...
-Toda la industria está en pleno proceso de fusiones, ¿seguirán?
-Cuando los márgenes y las ganancias se achican tan fuerte como pasó en los últimos tres años, todos empiezan a cuestionar lo que estuviste haciendo. Todos habíamos estado en un proceso de expansión, pero cuando el mundo se frena, empezás a ver la realidad. Hay lugares donde el negocio es para empresas más chicas. Ahí tenés la opción de un joint-venture con una empresa familiar grande, o le dejás el negocio y actuás desde afuera o decidís no estar en ese país. Viene una era nueva de los negocios. El futuro nos marca que estar solos no es lo que viene.
-¿Cómo vienen en esa búsqueda de joint-ventures?
-Hay dos definiciones en la compañía: una es la desinversión de algunas actividades, la otra son los joint-ventures para otras. Fertilizantes es una división que expandimos a todo el mundo. Y en África estamos en este momento en proceso de desinversión y en conversación firme con un último comprador. En Australia hicimos un acuerdo con alguien para que empiece a usar nuestros activos. En la Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil queremos mantener la relación con el productor, proveer insumos de primera categoría, pero en lugar de ser el dueño de los activos, hacer algún acuerdo con un productor de fertilizantes para que ellos tomen la exposición del riesgo precio y nosotros la de distribución y cobro.
-¿Están hablando con alguien?
-Esa conversación todavía no la empezamos. En cuanto terminamos con África y Australia pasamos a América del Sur.