Los brotes verdes son, hasta el momento, un monopolio exclusivo de lo que ocurre en el campo. Gracias a las medidas que impulsó el Gobierno a comienzo de este año, el sector de la agricultura, ganadería y silvicultura generó durante octubre alrededor del 50% del total de los trabajos asalariados privados.
Durante octubre se registraron 20.594 trabajadores privados nuevos, según
datos oficiales. Sólo el campo sumó a 9848 empleados. Otros sectores que tomaron
empleados fueron las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler
(4632 personas), los hoteles y restaurantes (2421) y la construcción (1874). En
tanto, la industria continúa destruyendo empleo. En octubre salieron 3313
personas.
No obstante, esa creación de trabajo no es aún suficiente para encender el motor
del mercado laboral en la Argentina. Durante octubre, la cantidad de asalariados
privados cayó 1,5% -año contra año hubo ese mes 92.355 empleados privados menos
que en 2015-, según los datos de la Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA)
procesados por el Ministerio de Trabajo.
Pero no todas son malas noticias para el mundo del trabajo. En los últimos
cuatro meses dejó de caer la cantidad de trabajadores privados -todos esos
períodos dan una variación mensual desestacionalizada de cero por ciento-, tras
casi seis meses de caídas consecutivas desde octubre de 2015. Además, los más
optimistas en el Gobierno destacan el dato mensual con estacionalidad de
octubre, que creció 0,3%. Es el tercer mes consecutivo de una expansión mínima
de este número.
"Todavía hay que esperar", afirmó ayer José Anchorena, secretario de Empleo, en
la reunión que quieren instalar para los últimos miércoles de cada mes con el
objetivo de difundir indicadores laborales, más allá de los que elabora la
Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec. "Todavía faltan cosas. La
construcción se va a mover con fuerza el año que viene", agregó.
La idea del Gobierno es, por lo menos, terminar el año con la misma cantidad de trabajadores privados que había en diciembre del año pasado (6.222.316). En la actualidad son 6.172.991. "Eso sería alentador y pondría en su lugar la discusión que se generó entre abril y mayo pasado", dijo. Eran tiempos en los que el debate público giró alrededor de la ley antidespidos, que el presidente Mauricio Macri finalmente vetó. "En la industria hay todavía un negativo relevante -confió Anchorena-. En la construcción el crecimiento es todavía muy leve."
Ayer, el Ministerio de Trabajo difundió, además, el informe sobre trabajo total, que incluye la situación del empleo público en la Argentina y sirve de diagnóstico más amplio. En un país con aproximadamente 18 millones de personas en la llamada población económicamente activa (PEA), existen actualmente 12.000.065 trabajadores registrados, de los que 3.124.803 son empleados públicos. Durante octubre, el empleo total registró una caída interanual de 0,2% y un cambio mensual estacionalizado con una expansión de 0,3 por ciento. "Es la primera vez que registra este avance", indicó Anchorena. El índice mensual desestacionalizado, no obstante, mostró un crecimiento más tibio, de 0,1 por ciento.
La menor retracción interanual estuvo influenciada durante octubre por la suba absoluta del empleo público (se sumaron 28.109 trabajadores nuevos), que casi neutralizó la menor cantidad de empleados asalariados privados en el sistema (que llegó a perder 22.823 trabajadores totales). A esta última cifra se llega sumando los 92.355 asalariados privados que salieron del sistema contra los casi 50.310 monotributistas nuevos y el alza de los autónomos (10.474) y de los trabajadores de casas particulares (8748).
En el Ministerio de Trabajo afirmaron que no tienen datos para explicar la gran cantidad de nuevos monotributistas, aunque creen que se debe a la extensión de la Asignación Universal por Hijo (AUH) a este segmento de trabajadores. Negaron que los nuevos monotributistas sean parte de un segmento de trabajadores que dejaron la relación de dependencia y empezaron a facturar a sus empleadores para no pagar cargas patronales ni contribuciones a la seguridad social. Vale recordar que la Universidad Católica Argentina (UCA), en su último informe sobre empleo, había alertado que en el último año creció la precarización laboral en el país.
El Indec informó que el desempleo en el tercer trimestre del año, el último dato disponible, bajó al 8,5%, mientras que la UCA, para el mismo período, estimó que la desocupación era de 9,9%. Las diferencias, explicaron los especialistas, se deben a la muestra relevada y a los márgenes de error definidos.
La cartera que conduce Jorge Triaca presentó ayer además una proyección de lo que serán los datos del mes pasado gracias a su Encuesta de Indicadores Laborales (EIL). La proyecciones del empleo para noviembre vuelven a mostrar una suba mensual en el empleo formal privado. Nuevamente sería, según las empresas relevadas, de 0,3 por ciento. En la comparación interanual, en tanto, volvería a registrarse una caída, pero de 0,6%, lo que recortaría las marcas previas.
En tanto, en sintonía con la idea de que el campo es el gran motorizador del mercado laboral en la actualidad, las mayores subas se dan en el interior del país. Así esa área creció 0,4%, mientras que en el Gran Buenos Aires la suba fue un magro 0,2 por ciento. Otros distritos que muestran mejoras mensuales son Gran Córdoba (0,3%), Gran Mendoza (0,5%), Gran Rosario (0,7%), Gran Paraná (0,5%) y Gran Bahía Blanca (0,7 por ciento), según la EIL. Para el total de los aglomerados, noviembre sí muestra un avance mayor del sector de la construcción (0,5%). Sin embargo, la comparación interanual sigue siendo negativa.
Pese a esto, las expectativas para los próximos tres meses empeoraron. El 87% de las empresas encuestadas espera mantener estable sus dotaciones, un 8% cree aumentarlas y 5% considera disminuirlas. "Es verdad que se redujeron las expectativas netas de empleo, pero cayeron a un rango en el que no afecta el empleo. Y esto tiene que ver con un factor estacional", explicó Anchorena sobre un próximo trimestre vinculado a las vacaciones de verano. La tasa de despidos, en tanto, se mantuvo en un 0,7%, "en una proporción dentro de los parámetros observados en los últimos cuatro años".