Un informe elaborado por el INTA dimensiona la situación. Los casos de incendios en cosechadoras han pasado del 12% al 28% y se estima que por año se prenden fuego entre 100 y 150 máquinas de las cuales alrededor de un 30% sufren daños considerables y otras 20% terminan en destrucción total. Atentos a este problema, la empresa Matafuegos Georgia desarrolló un sistema de protección que obtuvo la medalla de oro del premio Ternium Expoagro por la innovación y originalidad en el aporte de soluciones a una dificultad creciente dentro de la actividad agroindustrial.
El funcionamiento es bastante sencillo. En primer lugar, el equipo permite detectar automáticamente un principio de incendio gracias a sus sensores de temperatura. A partir de ahí, se emite una señal al panel electrónico que inmediatamente detiene el motor de la cosechadora y abre las válvulas que liberan el agente extintor (un polvo químico de alto potencial) a través de las cañerías, con lo cual el fuego queda extinguido en cuestión de segundos.
El sistema es automático pero también puede ser utilizado en forma manual. “Cuando el operador de la máquina recibe la alarma, también tiene la oportunidad de verificar si es un tema menor o un incendio. Y en este último caso, con oprimir un botón se extingue el fuego en los puntos más sensibles y que habitualmente se suelen incendiar”, explica el ingeniero Roberto Navarro, encargado de las instalaciones fijas contra incendios de la compañía. La protección abarca lugares específicos como el compartimento del motor, baterías de alimentación, central hidráulica y zonas de alta fricción.
El método de la siembra directa que se utiliza en la mayor parte del área sembrada de nuestro país colabora al incremento de casos de incendios en cosechadoras, según asegura el responsable del proyecto. El tránsito sobre rastrojo y la gran cantidad de paja que sobrevuela en el entorno de la máquina se une al sobrecalentamiento típico del motor, generando las condiciones ideales para la aparición del fuego. A eso se le suma también la cantidad de horas trabajadas por el vehículo y las altas temperaturas que se desarrollan durante el verano (en el caso de la cosecha de trigo) y en otoño (en la soja).
“Las cosechadoras tienen un valor muy importante, entre 500 y 700 mil dólares, y muchas veces los productores tienen dificultades para recuperar el dinero por parte de las aseguradoras”, explica Navarro a la hora de resaltar algunas de las ventajas económicas que trae aparejado este novedoso dispositivo que acaparó la atención del jurado.
Matafuegos Georgia lleva ya más de 50 años en el mercado argentino y una amplia trayectoria en la prevención y seguridad en incendios, pero ésta es su primera incursión en el rubro del agro. “Es un área a explotar sin ninguna duda, porque hay otras aplicaciones que están necesitando soluciones”, confirma Navarro. Su desconocimiento en el terreno agrario los obligó a unirse a Juri, la reconocida firma de sembradoras para el desarrollo conjunto del sistema: “Nosotros aportamos la tecnología y la experiencia en los sistemas de detección y extinción; y ellos brindaron todos los detalles y problemáticas propias del campo”.
Una vez desarrollado el producto, ahora solo resta insertarlo en el mercado. Pero esa tarea no es fácil y es uno de los puntos que más tiene en cuenta el jurado de los premios Ternium Expoagro a la Innovación Agroindustrial, quienes privilegian y hacen foco especialmente sobre la viabilidad comercial y su probable aceptación por parte de los productores. Sin embargo, el sistema de extinción GVS Georgia parece tener allanado ese camino, según cuenta el integrante de la firma: “El producto ya está listo para empezar a comercializarse y de hecho ya nos han comprado algunas máquinas que vamos a instalar en el próximo mes”.
A su vez, al convertirse en acreedor de una Medalla de Oro, Matafuegos Georgia ganó la oportunidad de contar con un espacio de 75 metros cuadrados para la próxima edición de Expoagro, a desarrollarse del 7 al 10 de marzo, en el nuevo predio estable de San Nicolás, ubicado en el kilómetro 225 de la RN 9. “La verdad que estamos muy contentos porque es una exposición de mucha relevancia”, comenta Navarro en lo que será el debut de la compañía, de capitales nacionales, en la feria agroindustrial más grande del país.