En ganadería, el color blanco está muy asociado a rusticidad, pero también a
baja calidad de carne. El preconcepto tuvo, según Ezequiel, mucho que ver en la
"pérdida de la blancura" en el norte argentino. "El blanco fue tomado como
sinónimo de razas índicas, era Brahman o era Nelore, entonces, al cruzarlo con
un Angus o con un Hereford, la única forma de darle un sello de calidad a la
carne fue imponiendo el color de la raza británica. Sin embargo, cuando se buscó
el Brahman fue justamente por su adaptación al medioambiente riguroso. Entonces,
si la adaptación al medio implicaba preservar el color blanco, perderlo fue una
locura", dice el ganadero. Y agrega: "Hoy, con la cruza del Murray con el
Brahman genero el Greyman Argentino y tras el paso del tiempo y de todo el
trabajo hecho por el Brangus y el Braford, tengo una opción superadora, que
reúne calidad de carne; rusticidad y mejor adaptación al ambiente".
Silvina explica que en muchos aspectos la ganadería es una actividad muy
conservadora, donde cuesta que prenda la idea de trabajar con razas compuestas.
"En una ganadería que aún ve como un fuerte trabajar con rodeos puros Angus o
Hereford, estamos a años luz de muchos desarrollos; hablas de una cruza y se
espantan". Para Ezequiel: "El primitivismo todavía hace que el sello de una raza
sea el color, la camiseta". Y reconoce que en su firma, si para adaptar una
animal a una zona determinada es más importante un compuesto, "hacemos un
compuesto. El vigor híbrido es la herramienta más barata para producir carne que
hay. Por vigor híbrido, en el choque de sangres o por utilizar varias razas
compuestas podes lograr un 25-30% más de producción, que son números de la
industria, no de la ganadería. Esto se logra porque con el vigor híbrido los
animales fijan subsistencia, ganancia de peso y habilidad materna, parámetros
importantísimos".