Privilegió incluso el diálogo íntimo con ellos antes que con sus sucesores de la CGT unificada, quienes, en la teoría, encarnan el recambio.

Moyano y Barrionuevo fueron quienes le garantizaron en persona al Presidente que la CGT le daría una tregua y que no habría un paro general en su primer año. Ese pacto tácito continúa en vigencia pese a las permanentes tensiones, agudizadas ahora por el rechazo sindical al proyecto oficial para reformar el impuesto a las ganancias, el pedido de modernización de los convenios colectivos de trabajo y la protesta con los movimientos sociales para impulsar la emergencia social.

La ambivalencia del vínculo se extiende al resto de las áreas del Gobierno. El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el coordinador del Gabinete, Mario Quintana, se comprometieron varias veces con la CGT de hacerla partícipe de los cambios en la iniciativa de Ganancias. Se acordó hasta de manera oficial en la primera cita de la Mesa para la Producción y el Trabajo, hace más de un mes. Pero Triaca y los sindicalistas se enteraron a última hora de los detalles del proyecto.

Este desacople quedó ayer en evidencia en la mesa tripartita con los empresarios. El ferroviario Omar Maturano planteó el malestar por no haber sido ni siquiera consultados. Todos observaron de reojo al ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay. En otro encuentro, Prat-Gay ya había sido blanco de reproches. Aquella vez fue Pablo Moyano el que le enrostró el incumplimiento de la promesa de campaña en lo relativo a Ganancias. "Dijeron que lo iban a eliminar, no nos mientan más", lo incomodó el camionero.

Con el afán de tener un fin de año sin turbulencias, el Gobierno presionó a los empresarios del "grupo de los seis" para firmar el compromiso de frenar los despidos y las suspensiones hasta marzo. La Unión Industrial fue el único sector que cuestionó el pacto y que no dio garantías de que lo vaya a cumplir.

A cambio, la Casa Rosada les prometió a los empresarios una inflación inferior al 20% en 2017 y unas paritarias más moderadas que las de este año. ¿Cómo lo logrará? El Ministerio de Trabajo evalúa adelantar a marzo el Consejo del Salario para establecer una pauta salarial, antes de la ronda de negociaciones de los principales gremios.