A
fines de la semana pasada y al comienzo de la que transitamos, el dólar
ha
mostrado un pronunciado fortalecimiento, y en consecuencia las monedas
han
tendido a devaluarse. Esto ocasionó una gran venta de soja y maíz desde
Brasil
y algo de Argentina, y por supuesto los precios han experimentado
importantes
caídas.
Esas
bajas en los precios se han detenido tímidamente por la llegada de
consumo y
compra, por el desacelere en la fortaleza del dólar en la última sesión
y por
el feriado de Brasil. Sin embargo, más allá que estos movimientos estén
manifestando
todo menos procesos fundamentales, vale recordar que Estados Unidos ha
ya casi
concluido su 4ta cosecha record consecutiva y si bien la incertidumbre
de todo
un ciclo productivo en Sudamérica sostiene en parte los precios, hay
que tener
presente que esos cultivos se hacen también cada más reales conforme
pasa el
tiempo.
La
demanda es la clave del sostén de los precios, y cada vez que esto cae
hay
quien lo junta y con muchas ganas. Las bases de soja sobre el Midwest
si bien
se encuentran en los bajos multianuales, son mayores con respecto al
año pasado
y parece que seguirán así hasta que la demanda se cambie a Brasil y
Argentina,
que no falta tanto...
El
reporte de Molienda de USA, NOPA, no defraudó a nadie con sus cifras,
anunciando un record de molienda de 164,6 mill de bushels en octubre y
si bien
las existencias de aceite se hicieron más grandes, el mercado halló
soporte en
esta noticia.
Durante
los últimos días también se hablo mucho sobre el recorte que el
gobierno Chino
impuso ante las posiciones especulativas en sus mercados financieros,
tal es
así que esa reglamentación manifestó una excesiva salida ocasionando
grandes
pérdidas en los mercados. Por su parte y por ese barrio, Malaysia
anunció que
las exportaciones de aceite de Palma de la primera mitad de noviembre
fueron
menores a las esperadas, y además nuevamente pospusieron el mandato del
10% de
biodiesel. Esta es la tercer vez que hacen el mismo cuento.