La demanda de exportación de trigo no se queda atrás y le brinda sostén a los
precios de la campaña.
La demanda externa ha sido, además, el claro sostén para los precios domésticos
en lo que va de la campaña. Pese a la suba de producción de la campaña actual y
las previsiones que se agreguen aún un 20% de hectáreas adicionales a las
siembras de maíz en para el próximo ciclo comercial, los precios no amainaron y
se mantienen en torno a los $ 2.510/ton.
Con el tipo de cambio operando mayormente estable en los últimos tiempos, la
suba de las cotizaciones en pesos significó también un mejor precio en dólares
para el grano, representando mejor el avance en el poder adquisitivo del maíz.
Tomando el tipo de cambio comprador del Banco Nación, estamos hablando hoy de un
maíz disponible de casi u$s 166/ton, que subió un 5% en lo que va del mes de
octubre, un 13% en lo que va de la campaña comercial 2015/16 y un 36% en
relación al valor que ostentaba a la misma fecha del año anterior.
El excepcional ritmo de compromisos de venta de maíz tomados con el exterior
queda bien representado por el gráfico que sigue, donde pueden observarse por un
lado las DJVE como total comprometido a la misma fecha por campaña en la línea
naranja, pero también las exportaciones efectivamente realizadas hasta
septiembre inclusive según consta en el SENASA en las columnas celestes. Lo que
se ve más oscuro en cada una de las columnas es la diferencia entre lo que ya se
embarcó, y el volumen total que ya tiene comprada la exportación.
En lo que va de la campaña actual, Según el MinAgri, el sector exportador ya
ha comprado 18,1 millones de toneladas de maíz, de las cuales exportó 15,5. En
decir, aún le restan 2,6 millones de toneladas que tiene en su poder, pero aún
no embarcó.
Sin embargo, los compromisos de venta al exterior suman a la fecha 21 millones
de toneladas. Así las cosas, aún deben embarcarse otras cinco millones de
toneladas, de las cuales sólo dispone de la mitad. Ello permite ser
moderadamente optimista en cuanto a los precios para las semanas venideras, ya
que cabe suponer que la exportación se mantendrá activa en el mercado demandando
el grano.
De momento, sin embargo, lo efectivamente exportado viene mostrando un rezago
respecto al año anterior. Para esta altura del año pasado, la mercadería
efectivamente enviada al exterior sumaba ya 16,5 millones de toneladas. Pese a
ello, las entregas de maíz en las terminales de nuestra zona se han mantenido en
línea con el 2015 durante el mes de octubre y por encima del promedio de los
últimos cinco años, según muestra el gráfico adjunto. De cualquier modo, el
acumulado desde el mes de marzo (inicio de la campaña comercial) hasta octubre
suma 236.000 camiones, un 22% más que el año pasado y un 27% por encima del
promedio de los últimos cinco años.
Los camiones ingresados a las terminales de nuestra región, según consta en
los registros presentados, cubre aquella porción que ingresa a las plantas cada
día hasta las 6 de la mañana por lo que constituye una muestra parcial. A través
de SIO Granos puede obtenerse que las entregas de maíz pactadas para entrega en
las plantas de Rosario Norte y Rosario Sur en el mes de octubre sumaron 1,4
millones de toneladas, mientras que ya hay pactadas 0,8 millones para
descargarse entre noviembre y enero.
Ya con la mira en la campaña nueva, el avance de las siembras de acuerdo al
MinAgri alcanza el 30% del área de intención. Las intensas lluvias de esta
semana han dejado en algunos lotes los suelos colapsados hacia el sur del área
núcleo, aunque para lo que es cultivo maicero en particular, no se cree que ello
haya ocasionado ya daños sobre los rindes, aunque serían deseables condiciones
estables de clima para los próximos días. Lamentablemente, están previstas
nuevas lluvias para el día martes. Esperemos que de producirse sean piadosas con
el nortoeste de Buenos Aires y sur de Córdoba y Santa Fe especialmente.
En la plaza internacional, el gran salto productivo de maíz en Estados Unidos
pesa sobre los precios del cereal en un marco de revaluación del dólar
americano. Aunque la exportación avanza a pasos agigantados, no es suficiente
para revertir el abultado stock mundial. La relación stock consumo de maíz
mundial es la más alta de la última década.
Luego de una semana de sesiones en baja, estos últimos días las coberturas de
posiciones vendidas le dieron impulso al cereal. El jueves 27 el precio superó
el promedio móvil de los últimos 100 días e impulsó las compras técnicas. Si
bien, términos histórico la demanda de exportación es mayor que el promedio de
los último 5 años, no es suficiente para llegar a los niveles de precios
promedios de los último años. Los futuros de Chicago en el contrato de diciembre
se presentan en los mínimos de la última década.
A lo largo de la semana la actividad exportadora fue limitada y los compromisos
anunciados por el USDA quedaron por debajo del rango esperado por los operadores
del mercado, pero arriba del volumen necesario para alcanzar la proyección anual
del USDA. Según la agencia privada INTL FCStone, la venta de los farmers
llegaron a los niveles más altos desde el 2010. Pese a esto, los rindes
excepcionales alcanzarían tanto para vender y llenar los silos.
Si miramos la evolución de la exportaciones en Estados Unidos podemos observar que en octubre del año pasado se estaban exportando en promedio 12 millones de toneladas desde el inicio de la campaña comercial, mientras que en esta nueva campaña la demanda ascienden a 23 millones de toneladas, es decir un aumento del 96% respecto a la campaña pasada y del 51% si lo comparamos con la media de los últimos 5 años.
El clima durante la semana fue favorable para la recolección del llegando al
61% del área de maíz cosechada, ligeramente por debajo delo promedio de los
últimos cinco años, según el último reporte de avance de cultivos del USDA.
La demanda del trigo liquida los stocks
Al igual que el maíz en la plaza local, la demanda de exportación en trigo es el
sostén de los precios a lo largo de toda esta campaña. Sin embargo, mientras que
para maíz los exportadores tienen más mercadería comprometida de la que ya han
embarcado, en el caso del trigo ambos números se igualan. Otra diferencia es que
en el caso del maíz, la exportación compró más de lo que embarcó, mientras que
en trigo las compras han sido menores que los envíos, evidenciando una
liquidación de stocks en este segmento.
En el primer gráfico se observa la situación externa para el cereal. En la
campaña 2015/16 se comprometieron ventas al exterior por 8,1 millones de
toneladas de trigo, de las cuales ya se exportaron 7,8, quedando apenas un
remanente de 0,3 millones de toneladas. En tanto, la originación de mercadería
del sector en el mercado doméstico apenas suma 6,8 millones de toneladas de
acuerdo a lo que informa el Ministerio de Agricultura, por lo que un millón de
toneladas de trigo salieron de los stocks que tenían los exportadores,
acumulados en ciclos previos.
Este hecho ha redundado en una interesante puja por el trigo nuevo, que llevó
a los exportadores a ofrecer por el trigo a entregar en enero u$s 150 para la
descarga entre diciembre y enero o u$s 153/ton para febrero. Al tipo de cambio
que se está negociando en Rofex para las fechas respectivas, ello arroja un
valor de $ 2.370/ton y $ 2.459/ton, respectivamente, por encima de los $
2.250/ton que se pagan por la mercadería disponible.
Ello no es usualmente el caso. Se supone que entre diciembre y febrero, cuando
llegue el grueso del trigo nuevo al mercado, los precios deberían sufrir una
presión a la baja, especialmente en una campaña como la que se proyecta con
oferta récord a nivel mundial del cereal. Sin tampoco descontarse saltos
devaluatorios en el corto y mediano plazo, esta relación de precios habla a las
claras de necesidad de la exportación.
Con relación a la nueva campaña, las últimas lluvias colapsaron los suelos del
oeste bonaerense a tal punto que no los productores no tienen acceso a ver el
estado de los lotes. Las condiciones húmedas proliferan las enfermedades, pero
lo productores han invertido en fungicida para preservar la sanidad. En el norte
del país, la cosecha es incipiente con rindes por debajo de los promedios
históricos por falta de lluvia en el periodo clave del cultivo. Sin embargo, la
esperanza de buenos rindes y de alcanzar los estándares de calidad se mantienen
en las zonas productivas más importantes del país.