Mientras se prevé una producción superior a las 3 millones de toneladas, avalada por la eliminación de los impuestos a la exportación al complejo girasolero y los anuncios de reintegros a partir de la postergación en la reducción de los impuestos a la soja, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) ya destacó en un comunicado que el crecimiento en la capacidad de pago de la industria no se refleja en los precios ofrecidos por los compradores de girasol para la campaña 2016/17, "particularmente en los precios forwards 2017, con valores que oscilan entre los u$s 245 y u$s 260 por tonelada".
Según estimó la entidad, la industria aceitera podría pagar precios por u$s 310 por tonelada. "Esta distorsión revela un comportamiento poco competitivo del mercado de girasol que de continuar socavaría el proceso de inversión iniciado a partir de la eliminación de las retenciones", precisó. Además, pidió al Ministerio de Agroindustria habilitar herramientas comerciales para los productores.
Según datos de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir), entidad que nuclea a toda la cadena de valor del producto, el consumo total de aceite en el país, para uso industrial y doméstico, suma aproximadamente 1 millón de toneladas, y es el de girasol el más utilizado por los argentinos: concentra entre el 60% y el 70% del consumo doméstico, seguido por el de soja (26%).