Pese a encontrarnos en plena trilla en EE.UU., los precios siguen firmes. Es más, últimamente muestran signos de superación.
Prima facie, la situación es rara considerando que los volúmenes de la cosecha serán muy generosos.
La producción de soja llegaría a más o menos 107 millones de toneladas. Recordemos que la campaña anterior fue de 106,90; y la anterior a ésta, a 91,40 millones de toneladas.
Para el caso del maíz el cuadro es más impactante todavía y superará más que ampliamente a la producción del año anterior.
Para colmo, el USDA, durante la semana pasada, publicó la estimación mensual sobre oferta y demanda.
Allí prevé, con respecto al maíz, una oferta global récord, para el ciclo 2016/17, aunque hubo una leve reducción a la baja para EE.UU. respecto al informe de septiembre.
El país del norte superaría así, para la campaña que viene, el nivel de 380 millones de toneladas. Un volumen impresionante. Un solo país –EE.UU.- es responsable de más del 35% de la producción mundial.
Lo importante es que se ratificó la previsión del informe previo sobre una producción mundial de maíz superior a 1.000 millones de toneladas. Algo inédito.
Así las cosas, hubiera sido lógico aguardar una baja relativamente pronunciada en el mercado de Chicago y, consecuentemente, en el local. No hay duda.
Sin embargo, los últimos días están dando cuenta de que ello no resulta así.
Está claro que el gran sostén proviene de la acentuada demanda externa y en la resistencia de los granjeros de EE.UU. a desprenderse de su mercadería. En definitiva, tal como se dijo antes, ellos tienen más del 35% de la producción global.
Con relación a la soja, todo indica que la demanda es la responsable del sostenimiento de los precios en Chicago. De acuerdo al reciente reporte de oferta y demanda del USDA para la nueva campaña, el uso total llegaría a 111,6 millones de toneladas en EE.UU. Recordemos que para el ciclo pasado a esta misma altura del año, la proyección era de 4,3 millones de toneladas menos.
A ello se agrega, evidentemente luego de tanta información recogida durante julio- septiembre al respecto, la acción de los mercados comerciales y financieros fueron tomando en cuenta ello y así formando los precios de acuerdo a tal situación. Los fondos se mantuvieron alerta a la información disponible y actuaron en consecuencia.
Así las cosas, los precios actuales tienen descontado el nivel estimado de producción.
De esta forma, los valores no han variado sustancialmente. Por el contrario, gracias a la demanda, se desenvuelven en suave pendiente ascendente.
Observemos lo que se prevé con respecto los stocks.
Pese a la superproducción que habría en la siguiente campaña, no se prevé que los stocks superen el nivel alcanzado en el ciclo 2014/15, cuando alcanzó a 78,36 millones de toneladas. Para el ciclo 2016/17, se estima tan sólo 77,36 millones.
En suma, tal como lo muestra el gráfico, la relación stock-consumo a nivel global no se modificaría.
La demanda explica el comportamiento de los valores.
Miremos el gráfico que acaba de publicar el FMI.
Justamente, es el consumo de soja y maíz el que más crece en el mundo.