En una reunión con legisladores de la oposición, el Gobierno anticipó ayer una decisión en la que espera tener como aliados a los gobernadores: la reforma del impuesto a las ganancias, que empezará a tratarse junto con el presupuesto 2017. Prevé crear nuevas escalas para hacerlo más progresivo, pero contempla un aumento leve del piso a partir del cual se paga el tributo.
Si bien aún no se conocen los detalles, ésa fue una de las pautas que los ministros de Hacienda, Alfonso Prat-Gay , y del Interior, Rogelio Frigerio , transmitieron, en un almuerzo en el Palacio de Hacienda, a diputados y senadores que conducen las comisiones de Presupuesto en las dos cámaras. Serán pocos o muy pocos los trabajadores que dejen de pagar, pero buena parte de los que lo hagan pagarán menos.
El argumento de la Casa Rosada resultó efectivo para los legisladores, de buena relación con los gobernadores peronistas: cualquier reducción en el impuesto impactará en las provincias, dado que se trata de un tributo coparticipable. "Nos interesa defender el compromiso con los trabajadores pero también trabajar para la búsqueda de un equilibrio por la pérdida de recursos que genera en las provincias", dijo horas más tarde el gobernador de Chaco, Domingo Peppo, tras un encuentro con el Bloque Justicialista.
Durante el almuerzo, los ministros anticiparon las pautas generales del
proyecto de presupuesto 2017, que será presentado mañana en Diputados. "Es el
primer presupuesto luego de muchos años que va a reflejar la realidad de la
Argentina", destacó Mario Negri, jefe del interbloque de Cambiemos en Diputados,
después del almuerzo. Por la oposición estuvieron Juan Manuel Abal Medina (FPV),
Carlos Caserio (UNA), Diego Bossio (Bloque Justicialista) y Marco Lavagna (UNA).
El equipo oficialista lo completaron Sebastián García De Luca, vice de Frigerio;
los diputados Nicolás Massot, Luciano Laspina y Luis Pastori, y los senadores
Federico Pinedo y Julio Cobos. El kirchenrismo no fue invitado.
Se confirmó que se acotarán los superpoderes, herramienta que permite reasignar
partidas sin la autorización del Congreso. De la situación actual, en la que no
existen frenos para las reasignaciones, se pasaría a un límite del 7% al 10% del
presupuesto en 2017. La idea es llegar de manera gradual a un máximo de
alrededor de 2% en 2019.
Se ratificó que el crecimiento previsto será del 3,5%, la inflación del 17%, el déficit del 4,3%, con un dólar a $ 18. Un detalle adicional: la pauta de inflación será la cifra de referencia para la paritaria con los estatales. El déficit, en tanto, será financiado con deuda, que podría ascender a US$ 15.000 millones, según legisladores que estuvieron en la reunión.
Para garantizarse el apoyo de los gobernadores opositores Frigerio ya se reunió con Juan Schiaretti, Juan Urtubey, Sergio Uñac, Omar Gutiérrez y Miguel Lifschitz. Ayer, Peppo estuvo con el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Le reiteró el reclamo por obras de infraestructura pendientes, sobre todo cloacas y rutas.
Además de pedir que los cambios en Ganancias no desfinancien a las provincias, el gobernador del Chaco solicitó garantizar que en 2017 las provincias puedan endeudarse "con menos trabas". Hay en agenda una reunión entre una decena de gobernadores y diputados y senadores del PJ para el miércoles que viene.