El alza, se dio principalmente debido a un crecimiento en la cantidad y el peso de los animales faenados. Según destaca un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), en agosto se faenaron alrededor de 1,03 millones de animales. Según se expresa en el informe, la producción de carne viene sufriendo con un mercado de consumo que tiende a la baja.
De hecho, en los primeros ocho meses del año, el consumo promedio de carne bovina por habitante fue de 55,7 kilogramos por año en el país, un 6,6% inferior al mismo período del año pasado. Ya el mes anterior se había advertido de esta situación, siendo a esa altura (los primeros siete meses del año) la demanda de cortes bovinos más baja desde 2011 (55,2 kilos), cuando el consumo había quedado en 53,4 kilogramos por habitante, también en medio de una fuerte suba de los valores al consumidor.
Esto se combina con un panorama duro en cuanto a las exportaciones: en agosto, los envíos al exterior de carne bovina bajaron un 2,7% interanual, a 136.500 toneladas. La cámara también afirmó que entre enero y agosto la participación de hembras en la faena total se ubicó en un promedio de 40,7%, unos 1,4 puntos porcentuales por debajo de la tasa registrada durante el mismo período del 2015. Las hembras se ubican como la variable de ajuste que sostiene o incrementa el rodeo, por lo que su tasa de faena es vital para la conservación de los rodeos y es vigilada de cerca por el sector cárnico.
El sector considera como necesaria una tasa máxima del 43% para sostener el nivel de existencias. En cuanto a la industria frigorífica, Ciccra ya había remarcado el mes anterior, que julio se constituyó en el décimo mes consecutivo de contracción de la actividad, con una faena de 934.000 cabezas, 9,2% inferior a la de julio de 2015, de los más bajos para el mes de julio en los últimos 37 años.