El encarecimiento de la estructura de costo de la alimentación del ganado por efectos de la sequía, las deudas con la banca y los bajos precios que recibimos por la venta de leche cruda a PIL Andina está provocando un deterioro financiero tremendo. Así, José Gabriel Roca, propietario de la cabaña lechera Naranjal, distante 4 km de Montero, resumió la dura realidad que afronta.

Roca refirió que la sequía secó los pastizales de su propiedad y que tuvo que comprar 200 toneladas de heno -pagó $us 110 por tonelada, incluido transporte- para evitar una caída en la producción y evitar mora en el pago de cuotas de los $us 200.000 del crédito que prestó a la banca para potenciar su hato lechero y mejorar su infraestructura productiva.

Hasta aquí, Roca reveló sus penurias en tono bajo, pero cuanto tocó hablar de la propuesta de reducción del costo en la compra de leche cruda planteada por PIL, descargó su ‘artillería’. “Dicen que tienen 12.000 toneladas de leche acopiada por la falta de mercado, no podemos cargar con una negligencia y falta de previsión de ellos. Ahora quieren bajar el precio, cuando desde 2009 este sector tiene indexado un porcentaje, por litro, al precio internacional. No vamos a permitir una baja porque eso significa ‘matar’ al productor primario. Con esta política el sector lechero dejó de percibir Bs 36 millones”, indicó.

En la lechería Don Doménico, de María Antonieta Colamarino, la sequía pasó factura en las 60 hectáreas de maíz y sorgo que sembró. De 400 toneladas proyectadas, cosechó 200.

La productora explicó que como la actividad lechera no puede parar, tuvo que recurrir a suplementos, como la borra de cebada, para no debilitar la alimentación de los 450 bovinos de su hato lechero. Indicó que el alza del precio del maíz, el sorgo, el afrecho y de productos veterinarios elevó la estructura de costos de alimentación del ganado.

Desde Santa Rosa del Sara, Roberto Jiménez, dueño del predio lechero Cañada Seca, reveló que los 30 pequeños productores de la zona están asfixiados por la sequía y deudas.

Dio cuenta de que varios productores reportan mortandad animal por la falta de pasto. Los incendios son la causa.
“Cada productor, en promedio, debe $us 30.000 a la banca y se endeudó para elevar la producción de 5.000 a 11.000 litros de leche por día porque PIL prometió acopiar más leche, pero no cumplió”, apuntó Jiménez.

Enfoque sectorial

Desde la Federación Departamental de Productores de Leche (Fedeple), el presidente, José Luis Farah, indicó que PIL les propuso bajar el precio del litro de leche cruda en la compra de Bs 3,11 a 2,90 y que el sector le sugirió actualizar, en el marco del convenio vigente, el valor por litro de leche indexada al precio internacional.

Precisando un repunte en el costo de la tonelada de leche en polvo de $us 2.100 a 2.793 en el exterior, el precio, según el dirigente, pasa de Bs 1,40 a Bs 2,16. El convenio cesa el 1 de octubre.

Farah indicó que el sector está abierto al diálogo, pero que cualquier definición debe salir de la oferta de Fedeple.

Farah estimó que de 2015 y lo que va de este año el sector dejó de recibir Bs 36 millones por indexación del litro de leche al precio internacional y que, cada mes, los asociados de Fedeple pagan $us 200.000 a la banca por créditos.

Explicación de la industria

Desde PIL Andina refirieron que la posición de la empresa, tal como se explicó en La Paz y en Cochabamba, es defender el mercado local. La industria plantea a productores de Santa Cruz revisar los precios plenos con una mayor indexación a precio internacional y eliminar el bono de constancia.

PIL Andina dice que asume importantes pérdidas por la exportación del ‘sobrestock’ de leche en polvo (por debajo del costo) y por la baja de producto vencida. Niegan subvención e indican que abrieron líneas de crédito al sector lechero.