Nos advirtió que la primera quincena de setiembre vamos a estar con lluvias por debajo de lo esperado, que el cambio climático sigue actuando, metiéndole un condimento extra de volatilidad al sistema climático, y que La Niña, a pesar de que actuará con baja intensidad, puede tener severos pulsos secos. De hecho ya advierte que en soja y maíz la región del Mercosur estará por debajo de sus rindes de referencia en la campaña que se inicia.
—José Luis, se nos viene encima la siembra de maíz, y hay muchas expectativas acerca de que las lluvias lleguen a tiempo pero también de que no se pasen y vuelvan los excesos. Venimos de semanas más estables pero con grandes cambios de temperaturas. ¿Qué se puede esperar de setiembre respecto a precipitaciones?
—Durante la primera quincena las lluvias van a estar por debajo de los valores normales excepto en el NEA. En la segunda quincena, debemos esperar a que la atmósfera tenga el contenido de humedad que permita traducir en ofertas de agua al pasaje de los frentes fríos que ingresen. Este es el principal mecanismo que tiene la dinámica atmosférica. A grandes rasgos, el mejor escenario sería una activación a partir del 10 de septiembre.
—De la Niña que nos aguarda para esta campaña, muchos piensan que no va a ser la gran cosa, pero sé que vos no estás confiado en que sea tan inocente cómo parece. ¿Cómo son los indicadores actuales? ¿Cómo puede impactar en Argentina?
— La intensidad de la Niña que se instalará durante el trimestre actual va a ser de muy poca intensidad. Eso es así, pero como vos decís, nosotros somos muy cuidadosos en el análisis de éste extraordinario fenómeno del Pacífico dado que, aún bajo condiciones de bajo enfriamiento en el Pacífico Ecuatorial Central se inhiben los mecanismos de flujo de humedad desde el norte durante el semestre cálido (octubre-marzo). Habiendo analizado todas las Niñas del periodo de los últimos 30 años, (1986-2015) hemos observado que eventos como el actual han generado pulsos secos de buena intensidad, con lo cual hay que ser muy cautos y pensar que no estamos en el mejor escenario de gran escala. Y como siempre, los fenómenos regionales que aparezcan durante el verano van a definir la cuestión.
—Hablamos mucho del cambio climático hace un año atrás, y mirando ahora los acontecimientos con el diario ayer, tus advertencias sobre su fuerte acción y el cambio en el régimen pluviométrico se cumplieron a rajatabla, con todos los problemas de excesos que comentamos. ¿Cómo podría estar afectando el CC en especial en este verano? ¿La acción del cambio climático se espera que se acentúe?
—El CC, que lo hemos incorporado en muchos de nuestros análisis, actúa generando mayor volatilidad en las variables atmosféricas como son la lluvia, la temperatura o la intensidad de vientos. Esto genera anomalías en el comportamiento de las mismas que se traducen en pulsos muy secos o húmedos de corta duración pero de mucha intensidad. Conforme coincidan con diversos períodos fenológicos de los cultivos, producen consecuencias no deseables, como lluvias convectivas que ponen montos mayores de 100 mm en horas y fenómenos asociados a intensos vientos. Este comportamiento va a continuar durante los próximos años y la receta es: tomar un seguro climático. Ese es el escenario bajo el cual se va a desarrollar la producción agrícola en el futuro.
—Las altas temperaturas que hemos tenido y las grandes variaciones que se han manifestado en este último año, están influenciadas por el CC?
—Sin dudas, hay muchas mediciones y análisis en distintas regiones del planeta que así lo confirman. También a este calentamiento que está sufriendo el planeta tierra se le "agregan" apariciones de pulsos fríos de corta duración, y a esto me refería cuando te hablaba de la alta volatilidad
—Con estos indicadores que seguís tan de cerca, ¿cómo pensás que va a desarrollarse la campaña gruesa? ¿Ves algo que te inquiete y que podría meternos en un escenario de sequía grave?
Tu pregunta es muy interesante y clave. El desarrollo de la cosecha gruesa va a sufrir durante los meses de fines de primavera y verano, algunos eventos de pulsos secos. La instalación de los mismos y la concordancia o no con los períodos críticos de los cultivos, definirá la merma de rendimiento. En gran escala, tomando el Mercosur, nos enfrentamos con una cosecha gruesa que terminará con rendimientos por debajo de la tendencia. O sea, la mayor probabilidad de niveles de producción se ubicaría por debajo de los esperados para cultivos como la soja y el maíz. Ya en escalas a nivel de subregiones, habrá que ver cómo funcionan los fenómenos regionales, de ahí que se va a tornar muy relevante los trabajos de monitoreo de los cultivos y su interacción con el clima. Este es el trabajo que se viene haciendo en GEA, en las últimas campañas, gracias a su sistema de mediciones en toda la región núcleo. Te lo pongo simple: van a tener mucho trabajo de ahora en adelante.