Productores de peras y manzanas de Río Negro y Neuquén llevaron ayer su
protesta por la crisis que atraviesan hasta la Plaza de Mayo, donde regalaron
10.000 kilos de fruta.
Los productores frutícolas tenían la expectativa de ser recibidos por el
presidente Mauricio Macri , pero sólo pudieron dejar un petitorio en la Casa
Rosada. En el escrito, firmado por la Federación de Productores de Fruta de Río
Negro y Neuquén, reclaman $ 50 millones para compensar a los productores que
sufrieron daños en su fruta por granizo esta temporada, una compensación de $
1,50 por kilo para tareas en las chacras y crear un ente público-privado,
similar al Instituto Nacional de la Yerba Mate, para consensuar el precio de la
fruta.
Los productores sostienen que tienen una fuerte pérdida de competitividad
pese a la quita de las retenciones y la devaluación. En el último año, según
diversos cálculos, entre un 30 y un 40% de los productores dejó la actividad.
Hoy quedan en Río Negro y Nequén entre 1800 y 2000 productores, mientras en toda
la cadena hay 60.000 personas vinculadas. En la región, advierten los
productores, se están abandonando plantaciones.
En los últimos años del anterior gobierno, mientras la inflación trepaba no
menos de 25%, el tipo de cambio no se ajustaba más de un 7%, restando
competitividad a la exportación. "Llegamos a acumular atrasos cambiarios de 15 a
20% por año. Seguimos mal, y el efecto de las medidas (quita de retenciones y
devaluación) se neutralizó por la inflación", dijo el productor Federico Sacheri.
Una caja de 18 a 20 kilos de fruta de la Argentina está llegando a los mercados internacionales entre 3 y 4 dólares más cara que la caja de competidores directos como Chile, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Habitualmente, entre peras y manzanas el país coloca en el exterior entre 480.000 y 500.000 toneladas. Pero en 2015 el volumen vendido retrocedió 12% y se prevé que este año caerá entre 22 y 25%, con 150.000 toneladas menos.
"Pasamos de un dólar a $ 16 (en marzo) a otro de $ 14,60, pero con costos más altos. Seguimos muy caros en dólares; hay que ver cómo bajar costos fiscales y laborales", dijo Marcelo Loyarte, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI).
En la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) explicaron que los principales mercados de fruta de la Argentina, Brasil y Rusia están deprimidos. A Brasil, principal destino, al que va un 30% de la exportación, este año se vendió un 50% menos que en 2015. En Rusia, hacia donde va el 40% de la exportación de peras y manzanas de ultramar, los precios bajaron entre 15 y 20% en dólares.
Al no ser rentable la exportación, la cosecha se vuelca más al mercado interno, deprimiendo los precios para el productor y generando situaciones de distorsión entre las puntas de la cadena, esto es, el eslabón primario de la producción y los consumidores. Un productor de manzana cobra $ 2,50 el kilo, que llega al consumidor a entre 30 y 40 pesos.