Porque es poner el ojo sobre la biología del suelo y analizar la modificación de la fauna, meso y macro fauna, en función del manejo del suelo, algo que cambia según la intensidad y diversidad de las rotaciones. También se analiza el impacto sobre la diversidad bacteriana y los microorganismos que son los que hacen que el suelo que sea una sustancia viva. Para tener una idea, en un gramo de suelo hay más microorganismos que habitantes en el planeta. Son 10.000 millones de microorganismos en un solo gramo. Esa diversidad biológica que hace funcionar el suelo es lo que nosotros estudiamos.
2- ¿Y para qué sirve entender esas interacciones?
De esos microorganismos es posible aislar una diversidad grande de bacterias que se cultivan. Con esas bacterias, que tienen diferentes propiedades, se desarrollan productos biológicos como inoculantes, biofertilizantes o biocontroladores.
3- ¿Qué funciones hoy están vigentes y cuáles funcionalidades en estudio?
Los inoculantes más conocidos son los de leguminosas en base a rizobios, que tienen que ver con las bacterias que fijan nitrógeno del aire. Después están las Pseudomonas, Azosopirillium, una serie de otras bacterias que son solubilizadoras de fósforo, lo mismo que las micorrizas. El problema de estas últimas es que no son fáciles de cultivar. Y hay un tercer grupo de microorganismos que producen una serie de compuestos que son biológicamente parte de la vida cotidiana en el suelo que son antagonistas de otros microorganismos, y que funcionan disparando una batería de antifúngicos y antibacterianos. Es una especie de guerra microbiológica, en la que hay bacterias que producen veneno para liquidar a otras en la competencia por los recursos. Hay bacterias incluso capaces de inhibir el crecimiento de hongos patógenos que no han podido ser combatidos por los fungicidas comerciales. El biocontrol ahí viene a dar una respuesta donde aún la industria química no la tiene.
4- ¿Cómo están los suelos hoy en Argentina?
Como consecuencia del abuso del monocultivo de soja, los suelos están sufriendo un proceso de homogeneización y vienen perdiendo diversidad microbiológica y bacteriana. Hace todo más parecido entre sí. Eso implica que se pierden funciones que en algún momento de estrés es necesario que se expresen.
5- ¿Cuál sería el impacto de no revertir esta tendencia?
El impacto de no rotar más tiene como consecuencia directa perder la posibilidad de recuperar los suelos.
6- ¿Estamos a tiempo?
Si. Absolutamente. Pues en todos los suelos existe una reserva de diversidad microbiológica a partir de la cual sería posible recuperar la calidad de los suelos aplicando manejos correctos.
7- ¿Cómo ves la agricultura a futuro?
En términos conceptuales está atravesando un cambio de paradigma. Está pasando de un paradigma físico-químico, donde los nutrientes son un ingrediente que se puede agregar como otras sustancias, a un paradigma biológico, donde lo que se trata es de aprovechar el funcionamiento del suelo para generar fertilidad, sanidad, defensas, etc. Lograr este tránsito con éxito permitirá ser más sustentables en la producción agrícola.