La cosecha y producción vitivinícola fue otra de las víctimas de las constantes lluvias. Así como la cuenca lechera de Córdoba-Santa Fe, en este caso los productores mendocinos de vino tuvieron que soportar la caída de 600 milímetros de agua entre los meses de septiembre de 2015 y abril de 2016, cuando el promedio anual ronda los 250 milímetros.
En este contexto, se estima que se cosechó el equivalente a un 70% de la superficie implantada con viñedos, es decir que se perdió producción en unas 70.000 hectáreas. Los datos, que fueron difundidos por la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi), sostienen que el sector fue el más afectado de la provincia de Mendoza, con más de 22.000 hectáreas con pérdidas totales, lo que es equivalente a un 10% del total de la superficie cultivada.
"Estamos en conversaciones con el Gobierno ante esta situación. Por ahora, llegamos a un acuerdo con el gobierno provincial que accedió a un petitorio para que productores puedan inscribirse y denunciar el daño, y acceder a ayuda en capital de trabajo", afirmó Carlos Iannizzotto, Vicepresidente de Coninagro y Gerente de Acovi, quien estimó en unos 7000 los productores afectados, de los cuales unos 1500 sufrieron la pérdida total de la producción.
La situación ya ameritó una reunión con autoridades nacionales, en el marco del Consejo Federal Agropecuario, donde el Secretario de Agricultura, Ricardo Negri, recibió a productores de diferentes economías de la agroindustria mendocina.
Según Iannizzotto se está trabajando, tanto en el sector privado como en el público, en proyectos para una ley de seguros ante riesgos climáticos que abarque todos los riesgos, más allá del granizo, que es lo único que se cubre actualmente. "Existen seguros muy puntuales, pero hoy los productores están desprotegidos frente a los distintos riesgos climáticos que cada vez son más frecuentes. Es necesario para que se puede invertir sin problemas", afirmó.
En en caso de los productores mendocinos, las pérdidas monetarias por daños totales sumaron $ 1147 millones, cerca de un 42% de la pérdida estimada para el total de la provincia, teniendo en cuenta otros cultivos. Si a eso se le suma los otros daños parciales y merma de cosecha, el perjuicio económico se estimó en $ 1750 millones.
Entre los puntos en donde los cooperativistas reclaman mejoras se encuentran el tema energético, donde afirman que Mendoza es una de las provincias más afectadas por la cantidad de usuarios regantes con pozo. "El costo energético pasó de representar cerca del 3% de la estructura de costos totales a un 11%", advirtieron. En promedio, según datos de la Bolsa de Comercio, la tonificación de precios de vino (tanto blanco como tinto) fue de casi un 85% en lo que va del año, "una suba que no logra compensar el alza tarifaria", afirmaron.
Otros temas que se debatieron fueron el tratamiento y sanción del proyecto de Ley de Jugos (para permitir edulcorar bebidas cola con mayoría de jugos naturales, en detrimento de la azúcar), y revisar el impacto del flete, con obra pública que mejore caminos y rutas.