En la Editorial de "Leche, Cámara, Acción", la revista de la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste (Caprolecoba), analizan la situación actual del sector, contextualizando la emergencia que viene atravesando la lechería argentina, como "parte de una crisis mundial, en la que un fuerte debilitamiento de la demanda, desplomó los precios internacionales. Y de la cual los países exportadores sólo vamos a poder salir realmente, a partir de la recuperación de las economías de los países importadores, y una nueva y firme tonificación de su demanda".

En la Editorial, remarcan la importancia de debatir "centralmente en el nivel local, donde juegan factores atenuantes que nos asisten, y también factores agravantes. Y a pesar de la fortaleza de los primeros (un robusto mercado interno que se toma o come un gran porcentaje de nuestra producción), se vienen potenciando los factores agravantes (transición económica que desacomodó los precios relativos, fuerte inflación, y muy poca transparencia en áreas sensibles para la cadena)".

"De esta manera, llegamos a una escena, en la que los tamberos cobramos por la leche menos de lo que nos cuesta producirla (y así nos endeudamos, descapitalizamos, o nos caemos del negocio), los consumidores pagan unos de los lácteos más caros del mundo, varias de las principales industrias se han tenido que ir vendiendo de a pedazos, y en un análisis serio, no queda claro aún "quién se queda con la diferencia", describen.

"El problema es grave y complejo, porque intervienen una gran cantidad de actores y circunstancias para hacer que un espeso bosque de oscuridad, quite transparencia a las transacciones, sobre todo a partir de las planchadas de salida de fábrica, en adelante", aclaran en la Editorial, "Basta con pensar en los depósitos y cámaras, las distribuidoras, sistemas de logística y fletes, puntos de venta mayoristas y minoristas, distintas cadenas, y el esquema de impuestos y tasas que agrega el Estado, a nivel nacional, provincial, y municipal (recargando a los formales y fomentando la informalidad). Y todo, afectado por distintos grados de ineficiencia", remarca.

"Entonces, es clave que nosotros llevemos la mirada hacia esas zonas más oscuras, investiguemos, orientemos nuestras linternas, y reclamemos con propuestas y objetivos realizables, que también lo hagan los responsables de las políticas públicas. Porque es probable que allí encontremos muchas de las respuestas y los recursos que necesitamos. Si bien no para salir de una crisis que es mundial, al menos para mejorar las reglas de juego, las condiciones de competencia, y nuestro posicionamiento, para poder seguir en pie hasta la salida", proponen desde Caprolecoba.

Fuente: Infortambo