Por las inundaciones en Santa Fe y Córdoba hay entre 400 y 500 tambos que
paralizaron la producción, según reconocieron en la industria lechera. En abril
pasado, los 23 días seguidos de lluvias pegaron de lleno en la cuenca lechera de
esas provincias, lo que ocasionó fuertes bajas en la producción del sector. En
Santa Fe se produce el 34,4% de la leche de todo el país, y en Córdoba esa
proporción es del 32,8%. Mientras en la primera se encuentra el 42,6% de los
tambos, la segunda posee un 31,1% de las unidades productivas.
La semana pasada, al participar en el XXIV Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, dijo que sólo en esa provincia hay más de 4000 establecimientos y la mitad son manejados por pequeños y medianos productores. Además, remarcó que existen allí entre 70 y 80 tambos vinculados a esta producción.
En junio pasado, la producción primaria total tuvo una suba del 7% respecto
del mes anterior, lo que mostró una mejora, pero en la variación interanual
exhibió un recorte del 17%.
Según el presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), Miguel Paulón, "serían entre 400 y 500 tambos" los establecimientos que se cayeron del circuito productivo en medio de las contingencias climáticas.
"Tenemos una estimación del 5% [de merma], serían unos 400-500 tambos", expresó Paulón, en declaraciones a Radio Rivadavia.
De acuerdo con el directivo, esa merma "ha sido incidida más por la situación climática que por los precios del sector". En rigor, consideró que la baja en el número de vacas puede no haber seguido la misma tendencia, porque probablemente fueron a producir a otro establecimiento.
En cuanto a los precios que cobran los tamberos, precisó que este mes podrían ubicarse en un valor similar al de julio. "Creo que va a ser una situación similar a la de julio, cuando se superaron los 4,20 pesos por litro", apuntó Paulón.
Según los productores, los precios que perciben no alcanzan para cubrir un costo que estiman por encima de los 5 pesos el litro. En señal de protesta, la semana pasada en Rafaela, en plena cuenca lechera santafecina, los tamberos regalaron 2000 litros de leche y alfajores al público.
Como medida para intentar amortiguar la crisis, además de créditos se pusieron en marcha compensaciones oficiales por $ 1000 millones. El Gobierno también destinó dinero del Fondo de Emergencia Agropecuaria para los tamberos afectados por las inundaciones.
En esta línea, ya hubo un aporte a tamberos de Santa Fe y ahora se hará lo mismo en las próximas semanas con tamberos cordobeses, a razón de 400 pesos por vaca.
Reclamos desde Tucumán
Mientras tanto, ayer se conoció un pronunciamiento de la mesa de productores lecheros que integran la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en el que reclamaron al Estado que desarrolle "políticas para salvar la lechería y garantizar los miles de empleos en los pueblos del interior del país". En una reunión realizada ayer en un tambo cercano a San Miguel de Tucumán, señalaron que "en esta coyuntura, es cada vez mayor la cantidad de tamberos que migran a las ciudades por el cierre de su comercio".
En ese sentido, abogaron por "crear un ente público-privado para el desarrollo de este sector, que no sólo debe realizar un análisis estructural de la actividad sino también permitir la planificación, ejecución y control de un plan de acción". Así, afirmaron, "se podrá mejorar la distribución de la renta entre el sector primario, industrial, comercial y el propio Gobierno, proponiendo herramientas de libre equilibrio en los mercados para que no ocurran los problemas de falta o sobreoferta del comercio interno".
Frente a la crítica realidad, los tamberos decidieron en el encuentro solicitar a las autoridades nacionales que, entre otras medidas, se declare "la emergencia del sector lácteo". Y plantearon que "si bien el precio del litro de leche que percibe el tambero en dólares es histórico, no cubre los costos de producción". "Para esto se requiere un monto adicional al precio, que no debe ser aportado por el Estado como subsidio, sino por los actores de la cadena de valor, con la finalidad de recomponer la ecuación de rentabilidad de distintas fases productivas", señalaron.