En consecuencia, la primera proyección de siembra es de 1,6 millones de hectáreas, cifra que de concretarse se ubicaría un 6% por encima del promedio del área implantada durante las últimas cinco campañas. Este incremento esperado de 380.000 hectáreas se concentraría en mayor proporción sobre las regiones NEA (noreste argentino) y centro-norte de la provincia de Santa Fe.
Los datos surgen de un relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que estima que esta primera proyección está sujeta a la evolución de las condiciones climáticas en el sur bonaerense.
El trabajo sostiene que la condición de humedad; la demora en la siembra de trigo; la presencia de anegamiento en el sur bonaerense y el esquema comercial, "son factores que impactan sobre las expectativas iniciales de siembra de la oleaginosa". Y como factores positivos, el informe también menciona la mejora en la relación entre los precios y los costos, que viene incentivando la siembra en regiones que históricamente aportaban gran cantidad de hectáreas al área nacional.
También, el estudio de la Bolsa de Cereales hace referencia a la superficie de trigo sin sembrar, ya que gran parte de esta superficie podría ser ocupada por el girasol. Se agrega, además, que sobre las regiones mencionadas, noreste y Centro-Norte de Santa Fe, la sequía se revirtió a partir del mes de junio, "registrándose precipitaciones que permitieron recomponer humedad en el perfil y lograr condiciones óptimas para la implantación de la oleaginosa", proyectó el informe.