Son días de desasosiego. Sin embargo, no es para desalentarse.
Es cierto: Julio arrancó muy mal para la soja.
De golpe, cambió el cuadro climático en EE.UU. Y así la demanda frente a los precios que habían aumentado en junio, comenzó a retraerse por la propia inflexión en las condiciones climáticas.
En este cuadro, los fondos especulativos largaron una carrera vendedora para aprovechar las ganancias obtenidas.
Pese a las bajas: los fundamentos no son negativos.
Las caídas de valores parecen provenir de la acción especulativa mucho más que de razones de fundamento.
¿Cuáles son tales razones?
En primer lugar, vale remarcar la situación de existencias finales en el mundo. La campaña presente revelaría una de los más bajos niveles de existencias no sólo para soja sino también para las demás oleaginosas.
En segundo lugar, ahora no se vislumbra una tendencia visible de una mayor apreciación del dólar.
El informe de empleo acaba de registrar la creación de 287 mil nuevos empleos netos en EE.UU. durante junio. Se trata de 100 mil puestos por encima del número esperado.
De esta forma, el informe viene a ratificar que la economía norteamericana mantiene su pujanza.
En tal caso, se despejan, por ahora, las sombras de una apreciación de la moneda norteamericana. Al menos por el lado del interés que fija la Reserva Federal.
Obviamente, por el lado del golpe dado por el Brexit la puja al alza sigue para el dólar. No por el dólar en sí mismo. La tendencia viene por la depreciación de las monedas de Europa. Concretamente del euro y, sobre todo, de la libra esterlina.
En tercer lugar, la incertidumbre climática pende sobre los mercados. La cuestión es que el riesgo climático en el norte continúa.
La etapa crítica no es sólo para la soja. También, lo es para el maíz, claramente expuesto. Tal fase se inicia ahora y sigue durante todo agosto.
Los semáforos hoy están amarillos. No sabemos si van al verde o al rojo.
Lo que sí sabemos es que la Niña sigue consolidándose en EE.UU.
Depende cuán fuerte sea ella, los valores evolucionarán en más o en menos.
Si hubiera que tomar una decisión al respecto, parece más probable que se establezcan en el actual nivel o que tiendan a mejorar. Pero el clima es el que tiene la palabra…