Las 4 cadenas estamos confiadas en que se inicia un camino de gran responsabilidad, en el cual tenemos la posibilidad y obligación de colaborar para revertir la mala situación económica en la que caímos los últimos años, que ha afectado a todos y, principalmente, no nos ha permitido crecer y derivar a la sociedad beneficios genuinos, con el fin de crear más actividad, trabajo e inclusión.
Las cadenas de valor, con su mejora en competitividad son el eje a través del cual se generará la transformación que necesitamos. Desde ya agradecemos las señales a favor del sector, como la eliminación de los cupos y de los derechos de exportación para algunos cultivos, esperando se concreten las reducciones a la soja, cuya competitividad se encuentra reducida, más aún luego de una campaña en la que debido a las situaciones climáticas adversas, gran parte de los productores tiene comprometido su capital de trabajo.
Debemos apostar a un esfuerzo coordinado público-privado, que nos vuelva a insertar en el mundo, en aquellos mercados que hemos abandonado o que dejamos de crear. Este trabajo conjunto es indispensable, debiendo activar los mecanismos para la interacción permanente. Así se lo hemos manifestado a las actuales autoridades, que lo han recibido con agrado y lo han visto posible.
Colocar al país en la senda del crecimiento requiere de políticas activas que permitan a las Cadenas mejorar su competitividad internacional. Con precios deprimidos, la competencia internacional con nuestros pares requiere aún mayores esfuerzos para mejorar la eficiencia dentro de nuestras cadenas, con el acompañamiento de nuestros representantes internacionales, a los cuales debemos apoyar con información precisa, tan necesaria frente a las barreras que se instalan en los países importadores.
Esta competitividad incluye participar con las reglas de juego del resto del mundo. Necesitamos de un fuerte control del estado para disminuir la informalidad, teniendo en cuenta que estamos trabajando con alimentos.
Es indispensable y urgente resolver el reconocimiento de la propiedad intelectual y regulación del uso propio oneroso y sus excepciones, pues generará incentivos para incorporar tecnología y mejoras genéticas, y así contribuir a la competitividad de nuestro país
El mensaje principal que debemos llevar al mundo es que somos productores de alimentos abundantes, inocuos y sanos.
El sector, en estos últimos años, no detuvo su mejora en la capacitación y en el desarrollo de tecnologías, y se ha esforzado en mejorar las Buenas Prácticas en todos los eslabones. Hoy nos encontramos frente a problemas agronómicos nuevos y costosos de resolver, que han creado nuevos elementos en la ecuación de resultados.
Por ello, la posibilidad que nos dan las nuevas reglas de juego son auspiciosas, en cuanto a que tendremos mayor producción con sustentabilidad.
Tenemos vocación por lo que hacemos, aptitud para generar riqueza, la actitud frente a nuestra misión, frente a la sociedad, el compromiso del esfuerzo conjunto y el éxito asegurado, si trabajamos todos juntos.
Es una nueva y esperanzada etapa de nuestro país.
Apostamos al cambio positivo apoyándonos en nuestras cadenas.