Después de varios años de una profunda crisis, que se cobró víctimas como la
tradicional Agroaceitunera Nucete que terminó vendiéndose para evitar la
quiebra, la producción de aceitunas y aceite de oliva riojana comenzó a dar
señales de recuperación. Los productores locales están recuperando mercados
internacionales y apuntan a una diversificación de destinos internacionales, con
Estados Unidos a la cabeza, de manera de no depender tanto de la demanda
brasileña.
Los resultados de esta industria tienen un impacto directo en la economía de la provincia. La Rioja, con unas 28000 hectáreas cultivadas, es la primera productora del país con 130 millones de kilos de aceitunas de mesa y 60 millones de kilos de aceitunas para aceite, promedio por año. En el caso del aceite de oliva, el 80% de la producción riojana se exporta, cifra que equivale a la mitad de los envíos argentinos.
El consorcio Argentina Olive Group (AOG) es el mayor exportador de aceite de
óleo extra virgen del país. Lo integran seis Pymes -Altos Andes, All Pack, VG,
Valle de la Puerta y Compañía Olívicola Industrial de Pomai- que suman 7000
hectáreas productivas en los valles de altura de La Rioja y Catamarca, ubicación
que le dan mejores volúmenes y costos de producción.
AOG -creado en 2009- exporta una media de 6000 toneladas anuales de extra virgen (Argentina, al no tener refinerías, no exporta aceite de oliva común), lo que representa el 90% de los envíos argentinos. El país es el tercer proveedor de Estados Unidos, por detrás de España y Túnez. El coordinador general, Frankie Gobbee, enfatiza ante LA NACION, que "tranquera adentro somos los más competitivos del mundo; la inversión promedio por hectárea es de 15000 dólares por lo que ningún productor se irá. Todo es irrigación por goteo y genética de avanzada". En Latinoamérica, la Argentina es el productor más importante de óleo extra virgen.
El consorcio -cuyos integrantes se financian en buena medida con sus importadores- busca un inversor para montar un centro de acopio en el puerto de Buenos Aires para bajar costos de logística. En Estados Unidos fraccionan una parte de los envíos bajo la marca Tango Oil. "Toda la producción es traza cero, una característica muy valorada en el mundo -agrega Gobbee-. Hay enormes posibilidades de seguir creciendo y agregando valor".
En la actualidad, el 90% de la producción de aceitunas de mesa riojana va al mercado externo (casi en su totalidad, a granel), cuya demanda está muy concentrado en Brasil, aunque algunas empresas buscan sumar nuestros destinos como México, Colombia e incluso Italia.
Diego Andrada, gerente de la Cámara Olivícola Riojana, señala a LA NACION que el cambio de gobierno "mejoró la ecuación y benefició al sector por la suba del tipo de cambio", pero advierte que vienen de unos seis años "malos". El sector agrícola, asegura el productor riojano, es el más afectado: "Los productores son tomadores de precios y los industriales que no siempre derraman en épocas buenas".
Desde la Cámara de Industriales Olivícolas de La Rioja, José Hilal -también dueño de la firma Hilal Hermanos- apunta que no pretenden un tipo de cambio "altísimo para salvarnos, pero en los períodos adversos debería haber mecanismos compensatorios". En esa línea, reclaman una mejora "importante" en el reintegro por exportaciones que hoy es de 4,2 por ciento,
Halil además insiste en que la devaluación inicial mejoró las condiciones para vender afuera pero alerta que la inflación está licuando parte del beneficio. "El dólar era de 15,50 pesos, pero en su momento cayó por debajo de los 14 pesos y cerramos una paritaria de 32%l, a lo que se suma el incremento de otros costos internos".
"Si el Mercosur funcionara correctamente hay muchas más posibilidades de exportar; igual se buscan otros mercados aunque la inversión necesaria después de un largo período negativo es difícil. La situación mejorará pero llevará tiempo", describe José Olivares de la empresa Don Salim.
Don Salim es una productora y elaboradora de aceitunas de mesa; vende a Brasil y a Uruguay (mucho menos) el 30% de lo sale de su fábrica que tiene una capacidad de elaboración anual de 3500 toneladas. "Con trabajo pueden recuperarse los mercados que se perdieron por la falta de competitividad", resume Olivares.
España, Perú, Túnez y -en los últimos tiempos- Egipto y Marruecos son los principales competidores de las aceitunas argentinas de exportación. Desde las empresas gestionan en Cancillería que Brasil cumpla el convenio de arancel para compras extra zona de aceitunas elaboradas que es del 14 por ciento. Están ingresando cargamentos catalogados como "semi elaborados" que no pagan el arancel, denuncian los productores argentinos.
Mejores precios
Hoy el 60% de la producción y cerca del 80% de la exportación provincial se concentra en cuatro empresas: Nucete (hoy en manos del ex ministro de Salud Juan Manzur)., Olives, Sierras de Mazán y VG SA. Andrade explica que en las exportaciones de aceitunas de mesa hoy el limitante es la recesión brasileña; mientras que en aceite de oliva (Estados Unidos es el principal destino) hay más posibilidades de expansión. De todos modos, reconoce que como la vinculación con Brasil tiene "al menos, tres generaciones, ninguna situación es extrema. Las cuestiones bilaterales se terminan resolviendo por la larga relación comercial".
El olivo es un árbol que registra el fenómeno de la vecería, es decir que alterna un año de alta producción con uno de muy baja. El actual es malo. En términos de precios, para los productores los valores locales están bajos. Hilal recuerda que hace 30 años un kilo de aceituna equivalía a uno de carne; ahora está entre ocho y diez pesos. El costo operativo (con cosecha) por hectárea es de unos 3500 dólares.
Para los exportadores, en cambio, los valores mejoraron después de una época en que estuvieron por el piso. La tonelada de aceituna de mesa ronda los 1250 dólares y la de aceite, entre 3000 y 3500. Esos precios -según Andrada- "con la modificación del tipo de cambio, son convenientes".