Se ajusta el área para uso animal a 820 mil ha. Con 3,43 M ha para cosechar comercialmente y un rinde medio nacional de 80 qq/ha (3 más que lo estimado mayo), la producción nacional es estimada en 27 Mt, 8% más que lo evaluado el mes pasado. La cosecha sólo avanzó hasta el 45% del área, 15 puntos retrasada respecto del año pasado.

Se efectúa una leve alza en la estimación de soja 2015/2016, pasando de 55 a 55,3 millones de toneladas. Pero los ajustes positivos en rindes, en buena parte por la excelente campaña en Buenos Aires, están lejos de compensar las disminuciones acontecidas en la franja central. La recolección avanzó al 89% del total de la superficie a cosechar, con un área perdida que se estima en 1,2 M ha, frente a 1,1 millón calculada en el informe previo.

Con nuevas cartas, el trigo se vuelve a posicionar con fuerza en las rotaciones. Se proyecta la intención de siembra del cereal 2016/2017 en 4,7 millones de ha, superando ampliamente las 3,5 M del año pasado. Además, los planes incluyen muchos planteos con alta tecnología. Tras superar por una de las campañas peor fertilizada, los planes incluyen ajustar positivamente las dosis de nitrógeno para obtener buenos rindes y buena calidad. El tiempo seco de esta última semana y media reactivó el ritmo de las labores de implantación, llevándose sembrado un millón de ha en todo el país. Esto sería el 22% del total proyectado.

  • Soja 2015/2016

Con cambios parciales, se ajustó la estimación de producción nacional de soja 2015/16 en 55,3 millones de toneladas, trescientas mil toneladas más que el guarismo del informe anterior. El rinde promedio nacional asciende de 28,8 a 29,1 quintales por hectárea. El avance de cosecha de la oleaginosa es del 89%, cuando en la segunda semana de junio del año pasado la recolección estaba prácticamente finalizando.


Los ajustes en rindes se hicieron sobre ciertas áreas a partir de los valores que se fueron consolidando con el avance de cosecha. Se destacan los ajustes positivos en los rendimientos de Buenos Aires y La Pampa, ambas con niveles de los más altos nunca antes registrados. En este año, el sur y el suroeste bonaerense se destacan por sus niveles de productividad. Pese a los problemas de excesos de humedad, registra un avance de cosecha del 83%, cuando suele, ya para estas fechas, estar terminando. El total provincial sube casi un quintal, pasando a 32,1 qq/ha, lo que representa una suba de casi 640 mil toneladas en la producción bonaerense. También se destaca con notoriedad los resultados de La Pampa, de 27 qq/ha pasa a 30,6 qq/ha, impensable pero posible por la oferta de agua que se trasladó durante gran parte del ciclo hacia esta región. Córdoba, con el mismo rinde estimado que el mes pasado, sufre en lo productivo un descuento de 265 mil Tn por nuevas bajas en el hectareaje. Las 349 mil ha que se estimaban el mes pasado pasaron ahora a contabilizarse en 444 mil ha. Santa Fe y Entre Ríos no muestran diferencias desde el último informe, siguiendo para esta última el informe que elabora el SIBER, de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.

También hubo ajustes en el norte del país con el progreso de las trillas en Chaco y Santiago del Estero. En Chaco, los rindes muestran un comportamiento que va ajustando el promedio provincial en torno de los 21 quintales, o sea un quintal menos que en la última estimación. Santiago del Estero muestra una baja similar, pasando de 25,9 qq/ha a 24,1, con lo que resignaría 120 mil Tn respecto a lo esperado hace un mes.

  • Maíz 2015/2016

En esta estimación, se ajustó al alza el rinde promedio nacional, pasando de 76,7 qq/ha a 78,6 quintales. Se conserva el guarismo del área total sembrada nacional en 4,26 M ha. Pero se ha modificado las hectáreas para otros destinos distintos de la cosecha para comercializar, que disminuye de un millón de hectáreas a 820 mil. De esta manera, la producción nacional es estimada en 27,0 millones de toneladas.


Con el 45% de avance de las labores de recolección de maíz, algunos comportamientos productivos se mantienen y otros se afirman con mejoras de los promedios zonales estimados al mes pasado. Se destaca por sobre todo La Pampa que marca un nuevo hito productivo. En este ciclo alcanza un nivel de productividad unitaria excepcional: 83 quintales por hectárea como promedio provincial. Chaco y Santiago del Estero, suben a 5 y 10 quintales respectivamente, a pesar de los problemas climáticos. Buenos Aires, se afirma con excelentes productividades; vuelven a destacarse las marcas de las cosechadoras en el suroeste bonaerense. De esta forma, las marcas provinciales suben en casi 3 quintales. Córdoba, también con leves mejoras, sigue manteniéndose en el primer puesto como la provincia que más aporta a la producción del país. En Santa Fe se marcan los problemas de abril con ajustes negativos, y para la provincia de Entre Ríos se mantienen las proyecciones.

El resumen de los datos por provincia se presenta en el cuadro siguiente recordando que los datos de Entre Ríos son tomados de los números de SIBER, de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.

  • Trigo 2016/2017

A esta altura del año pasado, había agua en profundidad pero a pesar del ambiente de alta saturación, no se producían las tan necesarias precipitaciones para la cama de siembra. Esta vez, la oferta de agua y el ambiente de saturación se han mantenido hasta hace poco. Señalamos debajo las lluvias de mayo en la provincia de Buenos Aires para ilustrar esto. Recién en estas últimas semanas se ha instalado una masa de aire frío y seco que está permitiendo reacomodar los lotes, permitiendo de vuelta la transitabilidad de las maquinarias, y esto es muy importante para sostener la posibilidad de sembrar la cobertura de intención de siembra proyectada en 4,7 M de ha.


Por eso la siembra empieza a tomar ritmo, pero sigue desarrollándose de forma trabada. Todos estos indicios hacen prever que se tratará de una siembra larga y dificultosa, pero no se puede dejar de señalar los siguientes aspectos fundamentales:

- el agua está muy lejos de presentarse como una limitante. Más aún, hay muchos casos en que son los excesos, el barro y los problemas que dejó la última cosecha podrían limitar la siembra. Por esta razón es tan bienvenido el clima, aunque frío seco al fin.

- el factor económico está teniendo una importante relevancia y está alineado con el factor agroclimático para decidir las siembras de este año. Por primera vez, van en el mismo sentido ambos y no son una limitante para incluir al trigo. A diferencia de los últimos ciclos de trigo en Argentina, el trigo se encarama entre las mejores opciones de rentabilidad, incluso le saca varias cabeza a su competencia más directa, la cebada.

La incertidumbre comercial y los malos resultados económicos son un escenario pasado y la necesidad de utilizar el suelo para bajar las napas y darle un uso productivo al agua que hay en exceso, sumado a los temibles problemas de malezas que se generalizaron en todo el país, incentivan el incremento de trigo. Hay agua, planes de siembra en todas las regiones con niveles buenos a excelentes de fertilización y frío. Aunque es cierto, que ésta va ser una siembra larga y dificultosa, los signos más importantes son favorables al cultivo. Por lo tanto, para el trigo 2016/17 se proyecta un 34% de aumento en la superficie total sobre las coberturas del anterior ciclo agrícola.