Cuatro meses después de haber dejado la presidencia, Cristina Kirchner deberá
presentarse hoy en los tribunales de Comodoro Py para declarar por primera vez
en indagatoria.
El juez federal Claudio Bonadio la citó por una presunta estafa al Estado: la acusa de haber sido quien dio la orden para que el Banco Central (BCRA) vendiera dólares en el mercado de futuros a un precio muy bajo, en violación de la Carta Orgánica del banco y generando un "grave perjuicio" a las arcas públicas.
El kirchnerismo afirma que esta causa es una persecución política y prepara
una gran manifestación frente a los tribunales de Comodoro Py para acompañar a
la ex presidenta, que anteanoche llegó a Buenos Aires a la espera de esta
audiencia (ver aparte). La indagatoria, sin embargo, estaba en duda. Dependía de
que la Cámara Federal fallara en favor de Bonadio y no lo corriera de la causa.
Así lo hizo. Por unanimidad, los jueces de la Sala II del tribunal ratificaron
al juez, que de este modo llega a la audiencia de hoy, la cita judicial de mayor
repercusión política de los últimos tiempos, convalidado por sus superiores.
"El temor de parcialidad alegado no se encuentra, hasta aquí, objetivado", afirmaron los camaristas Horacio Cattani, Eduardo Farah y Martín Irurzun. El planteo contra Bonadio lo había hecho otro acusado en este expediente, Pedro Biscay, uno de los directores del Banco Central, que acusó al juez de falta de parcialidad y de arbitrariedad.
Los camaristas admitieron, sin embargo, que tienen "reparos" sobre el
comportamiento de Bonadio. Pero dijeron que esos reparos, que ya le habían hecho
conocer al juez ante otras quejas, "no poseen la entidad suficiente" para
afectar el "derecho de defensa" y por ende no justifican apartar al juez.
Los camaristas sostuvieron que no hubo un "interés especial" de Bonadio en
perjudicar a estos acusados. Lo fundamentaron de un modo llamativo. No negaron
que este juez les haya limitado a las defensas el acceso al expediente (algo que
les corresponde por ley) ni dijeron que Bonadio tuviera atribuciones para actuar
de este modo, pero afirmaron que lo hace en todos los casos. "Ha sido una
constante a través de los años", relató el tribunal, que dijo que muchas veces
le llamó la atención al juez por este "particular criterio" suyo.
En su fallo de ayer, Cattani, Irurzun y Farah le dijeron además a Bonadio que el "celo investigativo" que puso en este caso "sólo está generando dispendios innecesarios" que "repercuten negativamente" en la causa. Le pidieron asimismo que cumpliera con las recomendaciones que ya le habían hecho este expediente; que diera una "rápida y regular respuesta" a los requerimientos de las partes y que las notificara de lo que pasaba en el caso "en tiempo y forma".
Hace 40 días que Cristina Kirchner sabe que está citada a indagatoria; sin embargo, hasta ayer no había designado un abogado que la defendiera. Ya lo tiene elegido, será el penalista Carlos Eduardo Beraldi, informaron fuentes del caso. Anoche, Beraldi estuvo trabajando hasta tarde en su estudio. Misterioso, dijo que todavía no había asumido ninguna defensa y que aún no podía decir nada.
Beraldi es un experto en derecho procesal, profesor universitario y ex fiscal. Coordinó comisiones destinadas a reformar el régimen procesal y fue secretario de Seguridad bonaerense cuando León Arslanian, socio suyo durante años en el estudio de abogados, era ministro. Fue profesor de Derecho Penal en la UBA, al igula que el ex ministro de la Corte Raúl Zaffaroni (hoy juez de la Corte Interamericana), con quien ayer por la tarde se reunió Cristina.
Beraldi tiene experiencia trabajando para los Kirchner. Es el abogado de Romina Mercado, sobrina de la ex presidenta, en el caso Hotesur, que investiga los negocios hoteleros de la familia. Ésa es una causa que, a priori, es mucho más complicada para Cristina Kirchner que la del dólar futuro. En el caso Hotesur, Beraldi consiguió que la Cámara apartara a Bonadio de la investigación.
En este nuevo expediente, Cristina Kirchner es la última acusada de larga una lista de indagatorias que termina con ella. La semana pasada declaró el ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli y ayer, el ex ministro de Economía Axel Kicillof.
La ex presidenta, que ya no tiene fueros, está obligada a presentarse a declarar, pero eso no significa que deba responder las preguntas del juez. Lo único que le impone la ley es asistir. Es probable que presente un escrito, como hizo el resto de los acusados en este expediente.
Anoche, a la espera de esta indagatoria, el escenario empezó a transformarse frente a los tribunales de Retiro. A las rejas del edificio se sumó, paralelamente, un vallado de punta a punta con policías entre una línea y la otra. Eran las 21 y ya había apostados unos 30 móviles de TV, con dos grúas y reflectores. Todavía no había más que algunas decenas de manifestantes, pero estaba instalado un gazebo de la municipalidad de José C. Paz y las banderas argentinas y de La Cámpora tapaban ya buena parte del vallado.