Hace un mes atrás, en pleno rebrote inflacionario y con el dólar superando la
barrera de los 16 pesos, los principales funcionarios del gabinete económico
macrista no veían la hora de que llegue abril para calmar las expectativas
negativas del mercado.
Es que en el área económica sabían que a medida que se acerque la cosecha de
soja empezaría a aumentar de manera significativa la liquidación de divisas del
sector agroexportador. Y esto finalmente comenzó a ocurrir en los últimos días.
Según un informe de la Bolsa de Cereales (BCBA), a la fecha se cosechó poco
más del 1% de las 20 millones de hectáreas que se sembraron en la actual
campaña. De esta manera, la entidad porteña prevé una producción de 58 millones
de toneladas de soja.
Si bien se trata de un número menor al registrado el año pasado (cuando se
produjeron 60 millones), los economistas no dudan en asegurar que la actual
cosecha de soja permitirá al Gobierno afrontar el segundo trimestre con
abundancia de dólares.
Para tener una idea, un informe del Banco Ciudad, señaló que las
exportaciones del complejo sojero podrían alcanzar los u$s 18.100 millones, de
los cuales aproximadamente u$s 6200 millones podrían concentrarse en los
próximos tres meses.
Si esa proyección finalmente se cumple -dependerá de cómo evolucionen los
precios internacionales- entonces los productores sojeros este año terminarán
transfiriendo unos u$s 5000 millones en concepto de derechos de exportación que
se ubica en un 30%.
En este sentido, las agroexportadoras nucleadas en CIARA-CEC (que la semana
pasada ingresaron u$s 277 millones y en lo que va del año u$s 5566 millones)
hablan de liquidar alrededor de 1000 millones por semana durante los meses de
cosecha gruesa.
Así las cosas, a la cosecha de soja habrá que sumarle las 25 millones de
toneladas que se esperan de maíz que, si bien ya no tributa retenciones, ayudará
a reactivar las economías del interior del país a corto y mediano plazo con
inversiones productivas.
En diálogo con La Política Online, el consultor económico Salvador Di Stefano,
remarcó que “está ingresando la cosecha de soja y el Banco Central debería ser
más flexible con la tasa de interés, aunque tiene desafíos muy importantes por
delante”.
“El Gobierno pretende pisar el dólar hasta pasado los vencimientos de deuda
que tiene para dentro de los próximos cuatro meses”, advirtió el economista.
“Luego se sentirá con mejores herramientas para acomodar el panorama monetario”,
agregó.
En el mercado hay una gran expectativa por la posición que tome el Gobierno
respecto a la administración de los dólares de la cosecha. Es que, si deja caer
la divisa (que se ubica en $ 14,90), podría perjudicar la rentabilidad de los
sectores exportadores.
“El macrismo dejará correr los próximos meses con un tipo de cambio bajo,
para luego aumentarlo en la segunda parte del año. En el mientras tanto,
mantendrá la tasa de interés muy alta para sacar pesos del mercado”, pronosticó
Di Stefano.
Por su parte, en el mercado internacional comenzaron a llegar buenas noticias
para el Gobierno. Por un lado, una tibia recuperación del precio de la soja en
el Mercado de Chicago que cerró este lunes a 333 dólares por tonelada.
Esto se debe, en parte, a que en la campaña 2016/17 China importará un 3% más
de soja respecto al ciclo anterior para alcanzar un nuevo récord de 84,5
millones de toneladas (los principales proveedores de soja de China son Brasil,
EE.UU. y Argentina).
Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el récord de compras de China sucede porque, evidentemente, la clase media del gigante asiático no está dispuesta a modificar su dieta alimenticia a pesar de la crisis económica.