Se los vio relajados. Compartieron chistes, intercambiaron sonrisas y hasta
se dieron el gusto de hablar de las bondades del mate. En medio de este clima de
distensión, el Gobierno no podía esperar menos del presidente norteamericano:
Barack Obama emitió ayer un fuerte elogio a la gestión de Mauricio Macri, lo
colocó como "un ejemplo a seguir" en la región y valoró las reformas económicas
que hizo en la Argentina desde que llegó la Casa Rosada.
Obama arribó a las 11 en la limusina "la Bestia" a la Casa Rosada para iniciar su breve visita oficial a la Argentina, que culminará hoy en Bariloche. Macri lo recibió afectuosamente en la explanada y, tras mantener una reunión de 50 minutos con sus ministros y otro encuentro de 10 minutos cara a cara en el despacho presidencial, un Obama exultante dijo ante la prensa: "Estados Unidos está listo para trabajar con la Argentina".
No fueron las únicas palabras de elogio del presidente norteamericano hacia
Macri. Con la oratoria pausada que lo caracteriza, Obama también se mostró
"impresionado" por el trabajo que hizo Macri en sus primeros 100 días de
gobierno. Estos gestos de Obama hacia su par argentino se dieron incluso antes
de que el presidente de Estados Unidos repudiara públicamente los ataques
terroristas de anteayer en Bruselas, que ocuparon buena parte de la conferencia
de prensa conjunta en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno.
A Macri se lo vio cómodo y cruzó chistes con Obama. "Usted emergió proponiendo grandes cambios y demostró que con audacia y convicción se podía modificar el statu quo", lo elogió. Para ese entonces ambos presidentes ya habían repasado la agenda bilateral en una reunión en la que participaron, entre otros, los ministros Susana Malcorra (Relaciones Exteriores), Francisco Cabrera (Producción), Alfonso Prat-Gay (Hacienda); el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el embajador Martín Lousteau, y el secretario de Planeamiento Estratégico, Fulvio Pompeo.
Por el lado de Estados Unidos estuvieron la secretaria de Seguridad Nacional,
Susan Rice; la secretaria de Comercio, Penny Pritzker; el secretario para
Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, Mark
Feierstein; el director para Venezuela del Consejo de Seguridad Nacional,
Benjamín Gedan; el embajador Noah Mamet, y la secretaria para América del Sur,
Roberta Jacobson.
Tras ese encuentro, Macri y Obama estuvieron 10 minutos cara a cara junto con Peña, Malcorra y Rice. Al menos tres funcionarios que participaron de esos encuentros expresaron a LA NACION que "hubo mucha química personal y buen entendimiento entre los presidentes, que se trasladará a la relación bilateral".
Obama remarcó que el presidente argentino es "un ejemplo" para otros países de la región, aunque no mencionó al Brasil en crisis ni a Venezuela. "Su compromiso y deseo de llevar a cabo conversaciones y tener relaciones francas y abiertas promete aumentar la influencia de la Argentina en el escenario mundial y en el G-20", dijo. En varias oportunidades Obama resaltó a la Argentina como "un socio crucial".
La reunión con los ministros en el despacho presidencial, decorado con flores y banderas de ambos países, sirvió de base para acordar el plan de ruta a seguir entre la Argentina y Estados Unidos: esto es, los ajustes técnicos de los acuerdos firmados en materia de comercio, seguridad, infraestructura y tecnología que ayer se firmaron. En el plano económico, el embajador Lousteau dijo a LA NACION que se acordó armar hacia adelante una ronda con los equipos técnicos para destrabar temas comerciales.
La visita de Obama a la Casa Rosada significó una vuelta de página de los tensos vínculos que tuvo Washington con Buenos Aires durante el la gestión kirchnerista. Así, Macri remarcó que tras el encuentro con Obama se inicia "una etapa de relaciones maduras, inteligentes y constructivas".
¿Cómo repercutirá la visita de Obama en términos concretos para la economía argentina? Por lo pronto, hubo coincidencias en trabajar para destrabar los problemas comerciales, se mencionó una eventual inversión de 2500 millones de dólares para los próximos meses del sector privado norteamericano y un regreso de la Argentina al mundo financiero.
Sobre este punto, Obama evitó hablar de la causa que lleva la Argentina con los holdouts en la justicia norteamericana, aunque resaltó la política del Gobierno con los fondos buitre: "Con un pensamiento constructivo se ha abierto una resolución de esta problemática, lo que conllevará un efecto de estabilización de las finanzas para la Argentina", dijo.
En lo que fue un repaso de la reciente historia argentina, Obama se detuvo a hablar del 40° aniversario del golpe militar que se cumple hoy y que lo llevará al Parque de la Memoria para rendir homenaje a las víctimas de la dictadura. Así, destacó su decisión de desclasificar documentos de inteligencia y defensa de Estados Unidos de la época de la dictadura y ensayó una suerte de autocrítica por el rol de su país en esos años de plomo.
Obama tuvo ayer una maratónica agenda que luego de la Casa Rosada continuó con un homenaje al general San Martín en la Catedral, un almuerzo con los funcionarios de la embajada en el Sherarton, un encuentro con jóvenes emprendedores en la Usina del Arte, y por la noche estuvo para la cena de honor que le ofreció Macri en el Centro Cultural Kirchner.