Sin lugar a dudas, febrero ha sido un mes muy bueno en cuanto a lluvias, tanto para las sojas de primera y segunda como para los maíces tardíos.
Aunque hay zonas resentidas por la escasez de agua, el panorama general es aceptable.
La realidad es que, pese a todo, este mes fue uno bueno.
Sin embargo, un problema se divisa en el horizonte de marzo: los caminos de tierra. Los días se van acortando a paso acelerado, baja la temperatura y las lluvias continúan.
Hay que recordar que El Niño no nos ha abandonado. Habrá que estar muy atentos a los problemas derivados de las próximas precipitaciones.
En los últimos días del mes la zona núcleo se ha visto beneficiada por precipitaciones que estuvieron en un rango de 30 a 90 mm. Es más, en buena parte del área de Rosario llegó a contarse más 100 mm.
Así las cosas, entre la de primera y la de segunda, podría calcularse un rinde promedio en torno a 35 QQ para la zona núcleo, con gran disparidad de rendimientos.
En cuanto al maíz de primera, no resulta descabellado pensar en un promedio, para la zona, de 90 QQ. La banda más próxima al río Paraná, en su parte sur, presenta mayores problemas.
Cualquier demora en el inicio de la trilla puede llegar a ser cruel. En tal sentido, acordarse de Voltaire cuando dijo que “lo mejor es enemigo de lo bueno” parece tener mucho sentido.
Aprovechar cuando se pueda, aunque las condiciones no resulten ideales, es un reflexión a tomar en cuenta, en marzo.