Este evento fue muy extendido y cubrió en forma alternada toda la región pampeana entre el viernes y el lunes.

Sobre la mayor parte de la provincia predominó un piso de precipitaciones en un nivel promedio cercano a los 60 milímetros, con excepción de zonas del sudeste y el norte provincial. Dentro de este contexto aparecieron los típicos máximos asociados a celdas de tormenta que lograron mayor desarrollo pero con un despliegue bastante aleatorio.

El evento estuvo a la altura de la necesidad de revertir las deficiencias hídricas, sin embargo, es necesario que la situación mejorada se fortalezca con nuevas lluvias. En resumen, es necesario que el nuevo patrón de precipitaciones que ha insinuado este evento, encuentre una dinámica que permita lograr continuidad en la oferta de agua. Esto es necesario para converger en un escenario que evite mayores deterioros en los cultivares que los causados por la seca del mes de enero.

Las precipitaciones pueden retornar entre viernes y sábado a la provincia. Sin embargo en esta oportunidad no somos tan optimistas en cuanto a la certeza de los pronósticos ya que los mismos no consensuan un escenario único.

Considerando que la semana pasada, todo el territorio provincial se encontraba con distintos grados de sequía, el cambio que provocaron las precipitaciones es notorio en casi toda la provincia. Observemos que al menos eran necesarios 40 milímetros para lograr salir de la categoría que en la escala se marca como sequía. Normalmente podríamos decir que un evento de 40 milímetros es altamente satisfactorio, sin embargo, el arrastre deficitario del mes de enero, había generado una demanda muy superior a esta marca. Considerando este umbral, podemos decir que reservas regulares para una pradera son aceptables a esta altura de la campaña, siempre teniendo en cuenta del período seco que precedió esta instancia.

En el mapa aparecen zonas que han logrado reservas adecuadas y se posicionan con ventajas respecto de otros sectores de la provincia. En Nogoyá se destaca la interrupción de una extendida lengua de reservas que alcanzaron niveles adecuados y puntualmente óptimos. Por otra parte el extremo sudeste provincial es el que ha quedado más postergado, aunque las reservas escasas también aparecen en zonas del noreste.

Independientemente del comportamiento de la humedad del suelo los ríos mesopotámicos siguen muy cargados y el fenómeno de El Niño mantiene una tendencia de lluvias por encima de lo normal en la naciente de estos grandes cursos de agua.

Respecto del pronóstico de precipitaciones para mañana y el sábado, decíamos que la situación presenta cierto nivel de incerteza, dado que hay posibilidades de que la actividad más importante, se mantenga sobre el sur de la región pampeana, afectando sólo de manera parcial al territorio entrerriano, quizá preferenciando el sur de la provincia.

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