Y que debe trabajar para hacer al principal exportador de la argentina (la agricultura), cada vez más competitivo.

Si bien la baja de retenciones, devaluación, y liberación del mercado exportador son medidas necesarias, no han sido suficientes para poner en positiva la ecuación económica.

Primero analizamos las medidas recientemente adoptadas, como pueden ser la baja de las retenciones, pero no miremos las cotizaciones en pesos, hagamos una mirada sobre las cotizaciones futuras en dólares en nuestro propio mercado.

Por ejemplo, revisemos cotizaciones del Matba.

El trigo posición julio de 2016, el 10 de noviembre 2015 alcanzó un máximo de U$S 187, hoy esa misma posición cotiza a U$S 160,20.

El maíz posición julio de 2016, en noviembre de 2015 alcanzó un máximo de U$S 145,50, hoy la misma posición cotiza a U$S 150,50.

La soja posición mayor de 2015, en octubre de 2015 llego a valer U$S 230,00, en noviembre de 2015 llego a valer U$S 226, hoy la misma posición cotiza a U$S 214,8.

Como podrán apreciar, la baja de retenciones no genera impacto positivo, es más en el caso de la soja y el trigo, los precios están por debajo de los alcanzados en el año 2015.

La devaluación es pan para hoy, y hambre para mañana. El hombre de campo tiene costos, que en su mayoría están dolarizados. Un grave problema del campo Argentino, es que el 70% está en manos de emprendedores que alquilan los campos, y se siguen pagando alquileres que representan el 40% de lo que produce la tierra. Estos alquileres hacen inviable el negocio, los dueños no aflojan, los emprendedores necesitan trabajar, y el hilo se corta por el lado más delgado. El gobierno ni siquiera ha hablado de este tema.

El precio del flete, le quita toda rentabilidad al productor, a más de 400 kilómetros de puerto, el flete cuesta carísimo, y se lleva el 40% del valor bruto de la tonelada de maíz, el 45% de la tonelada de trigo el 28% de la tonelada de soja. Estos son datos de la Bolsa de Cereales de Córdoba. Claramente hay dos argentinas, la que está a 300 kilómetros de puerto, y la que supera dicha distancia, que sigue postergada por un gobierno que entiende muy bien lo que necesita Capital Federal y el Conurbano, pero en absoluto lo que necesita el interior del país.

Conclusión

- La baja de las retenciones fueron necesarias pero no suficientes. Si no toman medidas, la producción segura cayendo, ingresarán menos dólares al país, y una mayor devaluación del peso se verá en el segundo semestre del año.

- Es necesario bajar el costo de los fletes, vía subsidios o precio diferencial del combustible por distancia. Sería la mejor noticia para las economías regionales. Dejar de proteger a las petroleras, y ayudar a la producción nacional.

- Se necesita incentivar a los productos a que trabaje con mayor fertilización, y prevenir hongos y plagas. Para ello, sería oportuno que los gastos en estos productos sean doblemente contabilizados impositivamente, para darle un beneficio sobre ganancias, y darle algún beneficio impositivo para que los productores bajen su costo de producción, y apunten a una mayor cantidad producida.

- Es imprescindible que los balances se ajusten por inflación, para no pagar sobre ganancias ficticias. Eliminar el impuesto al cheque. Reducir la tasa de ganancia, si el hombre de campo no retira utilidades, y reinvierte en la empresa.

- No hablemos de la lechería, que atraviesa el peor momento de su historia, y que no tuvieron en cuenta una debida planificación de su problemática.

- La nota aporta datos para comprender los problemas del campo, sabemos que este gobierno es mucho mejor que el gobierno anterior, que buscaba fundir al sector. Por eso, el acento en los problemas, busca hacer reflexionar a funcionarios, para que tomen cartas en el asunto. Con baja de retenciones, devaluación y apertura de mercados no alcanza, el problema es más complejo de lo que muchos creen. Ojala corrijan a tiempo, como lo han realizado con otros temas políticos y económicos.

Por Salvador Di Stefano
Fuente: AgroEducacion