No es casualidad que Entre Ríos, la provincia más afectada por las recientes crecidas -vive su peor inundación en 50 años- haya perdido más de 85 mil hectáreas de bosques nativos. Demostrando una bienvenida velocidad de reflejos, el nuevo gobierno anunció no sólo necesarias obras de infraestructura y ayuda económica a los damnificados, sino que resucita el Sistema Federal de Emergencias. El SIFEM articula y coordina los distintos organismos competentes para prevenir y gerenciar la atención de las emergencias o desastres naturales o antrópicos. Además, crea el Gabinete de Emergencia y pone en funcionamiento un sistema de alertas tempranas.Los efectos del fenómeno meteorológico El Niño son de los más virulentos desde 1950 y según la Organización Meteorológica Mundial podrían continuar hasta el primer trimestre de 2016,
El aumento de las precipitaciones y la deforestación -pérdida de cobertura boscosa que no permitió la natural absorción del agua- son algunas de las principales causas de las inundaciones en Argentina, Brasil y Paraguay. Coincidentemente, o no, estos tres países están entre los diez que más desmontaron durante los últimos 25 años. Entre 1990 y 2015 nuestro país perdió más de 7,5 millones de hectáreas. Desde la sanción de la Ley de Bosques (2007) se deforestaron en el país más de 2 millones de hectáreas, de las cuales unas 600 mil eran bosques protegidos. Desde su reglamentación (2009), la Ley nunca fue cumplida ni contó con su presupuesto estipulado en la propia ley, que no debía ser inferior al 0,3% del presupuesto nacional.
A esto, además debía sumarse el 2% del total de las retenciones a las exportaciones de productos primarios y secundarios provenientes de la agricultura, ganadería y sector forestal, correspondientes al año anterior. En estos seis años desde su reglamentación, la protección de los bosques nativos de nuestro país contó con menos del 10 % de lo que debiera haber recibido (unos 14.500 millones de pesos).
Un bosque degradado pierde no sólo su diversidad biológica, sino las posibilidades de sostener actividades económicas y proveer servicios ambientales como la regulación del clima y el agua. La deforestación es responsable del 20% de la emisión de los gases responsable del cambio climático a nivel global. Nuestro país posee un reservorio invaluable de dióxido de carbono en sus bosques. Los bosques nativos que quedan en la Argentina resguardan 9.300 millones de toneladas de dióxido de carbono. Mientras que en Paraguay y Brasil ha sido prácticamente destruida, en Argentina queda sólo un 7% de la superficie original de la Selva Paranaense o Misionera.
Además de proteger los últimos bosques nativos, obligar a reforestar ó proveer prácticas agrícolas sustentables que aseguren la permeabilidad de los suelos, la actual administración deberá enmendar los errores históricos haciendo cumplir la ley de bosques y asignando la totalidad del presupuesto que ésta estipula.