La orden fue bajar el tono y derivar el caso en las autoridades bonaerenses. Pero en la Casa Rosada la espectacular y misteriosa fuga de tres acusados por el triple crimen de General Rodríguez fue motivo de preocupación durante toda la jornada y generó interconsultas entre funcionarios del gobierno nacional y los que trabajan cerca de la gobernadora María Eugenia Vidal.

"Acá pasó algo raro. Aparezcan o no hoy, hay un mensaje al Gobierno que no podemos ignorar", afirmaba a LA NACION en la tarde de ayer un alto funcionario con conocimiento del escape que protagonizaron los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci del penal de General Alvear.

Enterado del caso, el jefe de Gabinete, Marcos Peña derivó en su ex colaborador porteño Federico Suárez, actual ministro de Comunicación bonaerense, los lineamientos para dar a conocer los detalles de la fuga y las acciones inmediatas a tomar.

Horas más tarde, y mientras el presidente Mauricio Macri recorría las zonas afectadas por las inundaciones en el Litoral, un comité de crisis encabezado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y su par bonaerense, Cristian Ritondo; el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, y los responsables de Justicia de ambas jurisdicciones evaluaron "todas las hipótesis" relacionadas con el caso. Todos las fuerzas de seguridad y organismos de inteligencia se abocaron de inmediato a rastrear el paradero de los fugados, uno de los cuales -Martín Lanatta-involucró al ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández en el triple crimen.

"Es muy raro todo, empezando por la forma en la que se fugaron. No descartamos un mensaje mafioso", contó otro alto funcionario nacional. La decisión de la gobernadora Vidal, que descabezó a la cúpula del Servicio Penitenciario bonaerense horas después de conocida la fuga, también contó con el visto bueno del gobierno nacional.

Además de la intensa búsqueda policial y de inteligencia, los funcionarios nacionales y provinciales acordaron no responderle al kirchnerismo, que a través de dirigentes como la legisladora porteña Gabriela Cerruti acusaron al gobierno nacional de favorecer la fuga de Lanatta como "devolución de favores" por haber involucrado a Fernández en el crimen, ocurrido en agosto de 2008. El propio Fernández no descartó esa hipótesis y reiteró que no tiene "nada que ver" con aquellas muertes.

"Es una locura lo que está diciendo. Que se fuguen tres presos no es gratis para nosotros", respondió en estricto off the record un alto funcionario bonaerense. "No le vamos a dar entidad a un razonamiento insólito", dijo otro funcionario, pero de la administración nacional.

"Hay connivencia entre los penitenciarios y el narcotráfico", repetía ayer un ministro bonaerense, de los que pasaron todo el domingo intentando conseguir alguna pista que lleve a los tres reclusos prófugos.

Piden investigar a Ricardo Casal

La diputada nacional Elisa Carrió (Coalición Cívica) habló ayer sobre la fuga de Martín y Cristian Lanatta del penal de máxima seguridad de General Alvear y responsabilizó al ex ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires Ricardo Casal. La dirigente de Cambiemos también reclamó "celeridad" en el operativo para dar con el paradero de los fugados.