Es muy común escuchar el adjetivo “natural” para referirse a productos que por el solo hecho de provenir de la naturaleza se toman como intrínsecamente buenos para la salud, mientras que todo producto de laboratorio es acusado de ser nocivo. ¿Pero realmente es así?
Según lo que explicó a Casafe la Dra. Mirta Elena Ryczel, médica toxicóloga, estos conceptos deben ser revisados ya que en la naturaleza también existen productos que resultan muy tóxicos si se ingieren o inhalan. “Todos los productos que se encuentran en el mercado y en la naturaleza pueden ser tóxicos, esto depende fundamentalmente de la dosis, del peso, de la edad y de la salud de la persona que los ingieren, entre otras cosas”, explica.
Cabe aclarar que no nos referimos en esta nota a los productos que por haberse puesto en mal estado dañan a quien los consuma, sino a productos naturales que en sí mismos representan un peligro para la salud. “Creyendo que la nicotina es más inocua que ciertos insecticidas, muchas personas tienen la costumbre de remojar durante varios días el tabaco de dos o tres cigarrillos para después aplicar el líquido en sus macetas”, destaca la especialista, al tiempo que enumera ciertas plantas domésticas como peligrosas para la salud: potus, calas, filodendrum.
Lo grave de la creencia de que todas las plantas son buenas en sí mismas, es que una ingesta equivocada puede causar desde irritaciones en la piel hasta intoxicaciones importantes con convulsiones y trastornos cardiacos y neurológicos, como puede ocurrir con aquel que toma el jugo de ruda como antiparasitario. Otro ejemplo es el de colocarse en la piel hojas o jugos para broncearse: si bien parece algo menor, muchas plantas al ser expuestas al sol pueden generar reacciones de fotosensibilidad de consideración.
Acerca de la terminología
Ahora bien, más allá del uso coloquial de las palabras, ¿a qué se llama específicamente producto químico? “Todas las sustancias conocidas naturales o sintéticas son productos químicos”, aclara la especialista. “El agua es un producto químico, al igual que el aire que respiramos y todo producto químico pose algún grado de toxicidad, la variable importante es la dosis a la que estemos expuestos”.
De este modo, dado que –por ejemplo- el monóxido de carbono está en la naturaleza, nos intoxicaremos con él dependiendo de la cantidad de oxígeno que esté o no presente cuando respiramos y de las precauciones que tomemos al tener artefactos encendidos. En cuanto a los medicamentos, la clave es seguir correctamente las indicaciones del médico y con respecto a los productos de uso doméstico es fundamental tenerlos bajo resguardo, lejos del alcance de los niños, en envases que los identifiquen correctamente.
“Cuando pensamos en productos tóxicos generalmente nos concentramos en venenos y no evaluamos la cantidad de productos que en un uso excesivo o descuidado también puede serlo, como los insecticidas de uso doméstico o los que aplicamos a nuestras mascotas”, describe la Dra. Ryczel. “La mayoría de las personas piensa que solo los productos utilizados en el campo o en las industrias pueden tener toxicidad y causarnos deterioro en la salud, pero no tienen en cuenta los que usamos a diario en nuestros hogares”.