Tres días antes del ballottage que definirá quién será el próximo presidente, Mauricio Macri y Daniel Scioli cerraron ayer sus campañas con actos multitudinarios en los que insistieron casi sin variaciones en el guión que se fijaron hace varias semanas para intentar captar los últimos votos posibles. Siete meses de intenso proselitismo llegaron a su fin.

Casi simultáneamente, Macri apeló al cambio desde Humahuaca (Jujuy), en un acto festivo al pie del Monumento a los Héroes de la Independencia, mientras que Scioli, desde el corazón del conurbano, en La Matanza, atizó el temor a las políticas que, supuestamente, implementará su rival si alcanza la presidencia.

El gobernador bonaerense llegó a hablar de "un pacto con los diablos" del candidato de Cambiemos, en línea con el argumento que marcó el tramo final de su campaña. "El país se encuentra ante esta amenaza y este engaño de la palabra cambio", sostuvo Scioli en un estadio cubierto repleto de militantes. Antes hablaron Fernando Espinoza, intendente saliente de La Matanza, y Carlos Zannini, el otro integrante de la fórmula.

En Jujuy, Macri puso punto final a su campaña de cara al ballottage de pasado mañana montado en el optimismo que le dan las mediciones de intención de voto. "Gracias por soñar sin miedo, quiero ayudarlos a que estén cada día un poco mejor", le dijo a una nutrida concurrencia. Lo acompañaban algunas de las principales figuras de Pro, entre ellas, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, y del radicalismo, como el titular del partido, Ernesto Sanz; el gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, y el gobernador electo de Jujuy, Gerardo Morales.