La tarea de mantener fluida la entrada de soja en las plantas procesadoras del Gran Rosario se volvió una misión casi imposible en las últimas semanas para los operadores de las fábricas. Pese a ofrecer valores muy superiores a la actual capacidad teórica de pago, los tenedores de la mercadería optaron por limitar al mínimo las ventas. Esta situación se agravó aún más desde que los candidatos a suceder en la presidencia de la Argentina a Cristina Fernández de Kirchner prometieron reducir el porcentaje que tributa la exportación de la oleaginosa, actualmente en el 35 por ciento.

Ayer, los compradores ofrecieron en forma abierta $ 2300 por tonelada para las terminales ubicadas sobre la costa del Paraná, $ 50 más que anteayer. Ese valor, equivalente a 241,72 dólares según el cambio del Banco Nación, quedó casi un 15% por encima del FAS teórico, fijado en $ 2001 por tonelada por el Ministerio de Agricultura de la Nación, en función del precio de exportación de la oleaginosa en los puertos argentinos.

Dada la falta de acuerdos entre las partes, las firmas más necesitadas de mercadería elevaron la propuesta hasta los $ 2330 pesos por tonelada, mientras que en casos muy puntuales y sólo por lotes grandes, habrían llegado a convalidar 2350 pesos. "En los últimos días, conseguir que alguien nos venda soja se convirtió en una tarea complejísima. Horas de mensajes; de ofertas y de contraofertas, somos casi mendigos de soja", comentó a LA NACION un operador mientras relojeaba su celular en busca de una respuesta afirmativa.

En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones enero y mayo de la soja sumaron US$ 2,60 y 1,50, mientras que sus ajustes resultaron de 244,50 y de 222,70 dólares por tonelada.

Las pizarras de la Bolsa de Chicago mostraron subas de US$ 0,83 y de 1,29 sobre los contratos enero y marzo de la soja, cuyos ajustes resultaron de 317,10 y de 317,47 dólares. A la espera del informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses que el USDA publicará hoy, las mejoras fueron consecuencia de la resistencia de los vendedores a convalidar los magros precios actuales y de las compras de oportunidad concretadas por los fondos de inversión y por los comerciales (industria y exportadores).

Acerca del maíz argentino, los exportadores ofrecieron $ 1300 por tonelada disponible para Bahía Blanca y $ 1200 para la zona del Gran Rosario, sin cambios y con un eco casi nulo entre los vendedores. Ayer, el FAS teórico del cereal fue de 1098 pesos.

Tampoco hubo cambios para el maíz de la próxima cosecha, dado que los interesados propusieron US$ 143 para Bahía Blanca; US$ 140 para Rosario, y US$ 135 para Necochea. En el Matba, las posiciones diciembre y abril sumaron US$ 1 y 0,30, en tanto que sus ajustes fueron de 132,50 y de 142,80 dólares.

Por tonelada de trigo los molinos ofrecieron ayer de 1200 a 2050 pesos, según calidad, procedencia y forme de pago. En el Matba, la posición enero subió US$ 0,50 y cerró con un ajuste de 159 dólares. Los exportadores propusieron entre 140 y 150 dólares por trigo con entrega en enero, mientras que por cereal de calidad elevaron la oferta hasta 160 dólares.

Maíz: interés por adquirir semillas

La Bolsa de Comercio de Rosario dijo ayer que en la zona núcleo agrícola "cada vez aparecen más consultas por semillas híbridas de maíz y hay posibles lotes de soja de segunda que serían desplazados por el cereal de segunda". No obstante, aclaró que la fuerte baja interanual de la siembra del cereal no será compensada, pero que "se está activando una demanda por semilla de maíz que era impensada un mes atrás". Anteayer la entidad añadió 300.000 hectáreas a la intención de siembra nacional, ahora en 3,6 millones de hectáreas, un 16% por debajo del área cubierta en el ciclo anterior.