El candidato a presidente del frente Cambiemos, Mauricio Macri , aseguró hoy
que "el Estado tiene que estar al servicio de la gente, no puede ser un
aguantadero de La Cámpora", durante una recorrida que hizo esta mañana por
Avellaneda junto con la gobernadora electa de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
Macri prometió revisar la gran cantidad de contratos y nombramientos que impulsó el kirchnerismo en el Estado en los últimos meses. Además, lamentó los incidentes ocurridos en la municipalidad de Concepción, en Tucumán, donde el flamante intendente Roberto Sánchez (Cambiemos) fue amenazado de muerte y permanece atrincherado en su despacho luego de que cesanteara a unas 400 personas que fueron designadas en planta permanente por su antecesor días antes de que dejara el cargo.
En ese marco, la vicejefa de gobierno porteño, que asumirá su cargo en la
provincia el 10 de diciembre próximo, aseguró hoy que la toma de terrenos en el
municipio de Merlo "es el síntoma de un final de ciclo".
"Creo que es el síntoma de algo que se termina, de una manera de hacer
política a la que la gente le dice que no", analizó.
Para Vidal, la situación en Merlo "hoy es responsabilidad del gobierno de la provincia" y del intendente Raúl Othacehé (FpV), aunque minimizó sus consecuencias al sostener que "el cambio y lo que viene es imparable".
En línea con la postura fijada por Macri, la gobernadora electa dijo que aquellos que "no trabajen" en los municipios "se van a tener que preocupar" cuando inicie su gestión.
El intendente electo de Merlo por el FPV, Gustavo Menéndez, insistió hoy en que el intendente saliente Othacehé -que perdió en la interna del kirchnerismo- continúa "con la utilización de los más humildes mediante la toma de terrenos en forma simultánea con el fin de generar caos social".