La economía cerraría el año con un crecimiento del orden del 1%, gracias al
impulso que la política del gobierno le dio a sectores como la construcción, los
electrodomésticos y las carnes. Por el contrario, los sectores más perjudicados
son el automotriz y los que están ligados a las economías regionales, como las
frutas.
Un informe de la consultora Abeceb repasa qué sectores ganaron y cuáles
perdieron durante el 2015, en un panorama sumamente heterogéneo. Entre los
primeros se encuentran la construcción, que tendrá un alza del 7 por ciento, la
venta de electrodomésticas, que subirá 2 por ciento, y la carne aviar y porcina,
con subas del 4 y 6 por ciento, respectivamente.
“La pérdida de competitividad producto fundamentalmente por el atraso
cambiario, la restricción de divisas y puntualmente a las exportaciones y por
otro lado; causas exógenas como la recesión en Brasil, la baja del precio del
crudo y los alimentos impactaron directamente en la rentabilidad de los sectores
cuyo mayor porcentaje de producción se vende externamente”, advierte el reporte.
En ese sentido, Abeceb señala que “se prevé que 2015 termine con una
retracción del 11% en la industria automotriz, del 7 en la siderurgia, del 10 en
la exportación de cueros y del 2 en los lácteos”.
En tanto, el sector agropecuario mejoraría un 6,2%, por la campaña récord de
soja y el repunte en la ganadería bovina, explicada por los menores precios de
los granos, que reducen los costos de alimentación del ganado, beneficiando
especialmente a los productores porcinos y avícolas, “cuya producción cerraría
el año con un fuerte aumento impulsada por el consumo interno”, sostiene la
consultora.
“En el caso de la industria avícola, el aumento del consumo local alcanzó
incluso a compensar el derrumbe de las ventas a Venezuela, principal destino de
exportación hasta 2014, que cayeron un 90% en lo que va del año”, puntualiza el
trabajo.
Otro de los beneficiados es el sector hidrocarburífero. “En un contexto en
que el derrumbe de los precios internacionales del crudo afecta las inversiones
a nivel global, el impulso de YPF, y en menor medida los programas de estímulo a
la producción, permitirían revertir más de una década de caída en la extracción
de petróleo y siete años de merma continuada en el caso del gas”, reza el
informe de Abeceb.
Así, el petróleo tendría una suba anual del 0,5%, mientras que el gas subiría
3,2, de acuerdo a las estimaciones de la firma dirigida por Dante Sica.
“Los principales ganadores son aquellos sectores que orientan su producción
al mercado interno, especialmente si no dependen en forma crucial de insumos
importados. El consumo local presenta una tendencia alcista producto de un leve
repunte en el salario real y los planes de estímulo a la demanda impulsados por
el gobierno”, explicó Mariano Lamothe, gerente de Análisis Económico de Abeceb.
Lamothe precisó que “con las importaciones restringidas, estos sectores no
enfrentan la competencia internacional, por lo que no ven comprometido su
porción de mercado incluso ante la suba de los costos internos”.
Por su parte, la industria automotriz se encuentra en el peor lugar de todos
los sectores analizados. Su producción bajó 21% el año pasado y se encamina a
cerrar el 2015 con una merma del 11%. En ese marco, las exportaciones caerían
12% por el hundimiento de Brasil.
El problema es que el repunte de las ventas en el mercado interno “no
generará un alivio significativo, ya que la demanda se enfrentará con el cuello
de botella que generan las restricciones para acceder a las divisas que
enfrentan las terminales locales (acentuadas por las menores exportaciones a
Brasil)”.
Otro rubro que esta pasando por un mal año es la industria láctea, “producto
de la pérdida de rentabilidad generada por el derrumbe del precio de la leche en
polvo en el mercado internacional y los controles de precios en el mercado
interno”.
“A su vez, los menores precios internacionales de los granos, la apreciación
cambiaria y las restricciones a la exportación impactan negativamente en los
márgenes de los productores agrícolas”, añade el reporte.
“En este caso, el único alivio viene dado por condiciones exógenas a la política económica: las excelentes condiciones climáticas permitieron obtener rendimientos record. Sin embargo, los efectos de la pérdida de rentabilidad comienzan a sentirse en el comienzo de la campaña 2015/16, que se estima mostraría una caída del 12% en el área sembrada de trigo y 20% en la de maíz, los productos más afectados por las restricciones a la exportación”, concluye.