Con un acento que delataba claramente su condición de extranjero, Dennis Van
Huet realizó en el Outlook Lechero de la FunPEL, un derrotero por la situación
de los mercados lácteos donde la conjunción de la sobre producción global a
partir de mediados de 2013 y la caída de la demanda en 2014 ha venido
condicionando los precios de los lácteos en el mundo. "No hay expectativas de
aumento de la producción global. Hay pocos tamberos contentos y ganando dinero.
Nueva Zelandia es el mejor ejemplo de la crítica situación por lo que atraviesan
los productores", señaló Van Huet que trabaja para Hoogwegt, operadora global
que comercializa más de dos millones de toneladas de lácteos en más 130 países.
El especialista holandés destacó el impacto que tuvo en los mercados la violenta caída de las compras de los dos principales jugadores lácteos, China y Rusia. "Las importaciones chinas cayeron fuertemente hacia finales del año pasado. China importó 60% menos de leche en polvo entera desde Nueva Zelandia y eso obligó a este país a destinar esa leche a quesos y leche en polvo descremada en otros mercados. Argelia por ejemplo compró 120 % más de leche en polvo entera neocelandesa. Lo mismo ocurrió con Emiratos Arabes o Malasia", explicó Van Huet haciendo hincapié en las consecuencias que tuvo esto para otros competidores como Argentina y Uruguay.
Un nuevo amanecer
Mientras Rusia sigue siendo un gran signo de interrogación -la prohibición
rusa de importar lácteos de Europa, EE.UU., Canadá y Australia entre otros
países fue refrendada hasta agosto de 2016-, el panorama en China parece ir
aclarándose a partir de la "digestión" de las sobrecompras. En paralelo a una
producción de leche local creciente en los dos últimos años, para Van Huet las
fuertes importaciones chinas de 2013 y 2014 generaron importantes stocks de
mercadería en el gigante asiático que aún no han sido absorbidos. "A partir del
segundo semestre de 2016, las importaciones en China deberían retornar a un
ritmo normal otra vez", pronosticó el holandés.
Y aunque no se animó a pronosticar un precio de la leche en polvo para el próximo año -planteó que debería estar por arriba de los 2500 pero lejos de los 5000 dólares de un año atrás-, sí aseguró que los precios se irán consolidando a medida que vayan pasando los meses del 2016 por un mayor balance entre oferta y demanda global.
"Se espera que después de 2017, el déficit global de lácteos retorne porque las actuales regiones exportadores seguirán teniendo limitaciones en términos de disponibilidad de tierra, alimentos y presiones ambientales", vaticinó Van Huet.ß