Los precios internacionales, pese a todo, se mantienen con cierta fortaleza.

La excelente cosecha de maíz en EE.UU. presiona a la baja. Pero así todo no se nota una reducción de valores.

Ayer estuvimos visitando la Chicago Board of Trade (CBOT). Un edificio impresionante, con aire racionalista.

Allí apreciamos cómo la presión del ingreso del maíz al circuito comercial provocó a una toma de ganancias que finalmente dio en el corazón del mercado local.

Pero ánimo. Quienes estén sembrando o ya lo hayan hecho, enfrentan la gran posibilidad de una anulación de las restricciones a la exportación en los cereales.

En tal caso, el maíz puede ser uno de los ganadores.

El nuevo Gobierno deberá superar una crisis cambiaria de magnitud, si es que no se presenta antes del 10 de diciembre. La necesidad de un importante flujo de inversiones mediante la negociación con los fondos buitres y el regreso a las normas internacionales es casi algo seguro.

De esta forma, un nuevo tipo de cambio con flexibilización en la política exportadora abre un horizonte más positivo para el cereal.