La mejor herramienta para mitigar la problemática de malezas difíciles es utilizar herbicidas pre-emergentes de acción residual para mantener el banco de semillas controlado y por añadidura, la presión que las malezas ejercen sobre los sistemas de producción.
Este año en particular se genera un gran dilema… ¿Cuándo es el mejor momento para utilizar estos herbicidas? Existen dos respuestas posibles y cada productor definirá cuál, en base a la región en la que produce.
Por un lado, puede pensar en la prevención y aplicar los herbicidas pre-emergentes de manera temprana, a inicios de la primavera, para controlar los nacimientos de malezas como Conyza spp. y los primeros nacimientos de Amaranthus spp. Esta estrategia toma fuerza cuando se busca mantener el lote limpio, lo que no siempre es posible en años con pronósticos de lluvias frecuentes. Cuando esto sucede se complican las aplicaciones por falta de piso, con los inconvenientes que eso trae aparejado en el manejo de las malezas y los retrasos en las fechas de siembra. La estrategia de prevención con lotes limpios tampoco es gratis, porque existe el riesgo de que lluvias abundantes y de elevada intensidad provoquen la lixiviación de todos los herbicidas, dejándonos expuestos a la germinación de nuevas cohortes de malezas. Pensar de forma preventiva es una muy buena opción, sin embargoes una apuesta fuerte en regiones de suelos de texturas más frágiles.
Por otro lado, y con el objetivo de evitar el período de las abundantes lluvias, podrían retrasarse las aplicaciones. Esto puede traer incrementos en los gastos, al requerir una primer aplicación con herbicidas de contacto (como es el caso de uso de carfentrazone) que limpien los lotes que llegan sucios del invierno; una segunda aplicación pasado el período de lluvias, para eliminar las malezas que pudieran haber nacido en este período, y luego, una tercer aplicación con los productos residuales, coincidentes con la siembra de los cultivos.
FMC se destaca por la elevada residualidad de sus herbicidas y por las combinaciones específicas para las distintas problemáticas de malezas. Ante la amenaza de Amaranthus, productos como Capaz MTZ o Sulfentrazone se recomiendan en aplicaciones cercanas a la siembra para que expresen su residualidad dentro del desarrollo del cultivo. Aquel herbicida que asegure el control de malezas entre la siembra y el cierre del entresurco será el que mejor se ajuste a las necesidades de cada sistema de producción. La mayor fortaleza de Capaz MTZ y Sulfentrazone es su elevada residualidad. De allí que la empresa los recomiende para el manejo de malezas como Amaranthus spp. que posee la cualidad de germinar avanzada la primavera y el verano.
Pese a que es difícil pensar en tantas aplicaciones en años con márgenes acotados, todo técnico asesor o productor debe considerar que el principal factor que afecta esos márgenes es el ingreso por hectárea, el que se encuentra fuertemente relacionado con su productividad. A más kilos, más ingresos y mejores márgenes potenciales.
Las malezas, por su parte, son el principal factor depresor de esa productividad, por lo tanto del ingreso y finalmente de los márgenes. Ver sólo el costo de su control y actuar en función de eso es equivalente a concentrarse sólo en un árbol, cuando el daño que generan las malezas es equivalente al bosque.