1- ¿Cómo va a repercutir en esta campaña el contexto adverso que tiene el sector por la falta de rentabilidad de los cultivos?
Hay dos puntos importantes que caracterizarán a este año: la baja en la superficie agrícola sembrada y la baja en el uso de tecnología aplicada en los cultivos. Lo más triste es que no estamos recortando área agrícola o dejando de invertir en tecnología porque hay sequía: estamos dejando de producir justo en un año en el cual el factor climático está de nuestro lado.
2- ¿Cuánto estiman que va a caer el área a sembrar?
Todavía no está cerrado el tema. En la campaña 2013/14 se sembraron 31,2 millones de hectáreas y en la 2014/15 bajó a unas 30,8 millones. Y en este ciclo habría otra reducción. Sería el segundo año consecutivo con baja del área sembrada. Más allá del escenario político, hay un contexto internacional que juega en contra. Estados Unidos podría tener otra muy buena cosecha de soja y maíz y los stocks a nivel mundial son altos. El impacto en el precio nos termina perjudicando y el rinde de indiferencia es elevado. También hay que sumarle el esquema de comercialización en la Argentina, que perjudica la producción agrícola.
3- Vamos cultivo por cultivo. Hace poco comenzó la siembra de maíz de primera. ¿Qué perspectivas están viendo para este cereal tan importante?
Ya hubo un avance de siembra, pero es difícil tener certeza en este momento. Proyectamos un área de 2,7 millones de hectáreas, 20% menos que el año pasado. Pero la la caída puede ser mayor. La incertidumbre generada por las elecciones nacionales puede impactar en la siembra, porque el maíz se puede sembrar también en diciembre como maíz tardío.
4- El maíz es insumo dependiente. ¿Cómo ve la inversión en tecnología en el cultivo en esta campaña?
La tendencia es que los productores abaratarían costos, utilizando híbridos más baratos y agregando la dosis mínima requerida de fertilizantes, ubicando al cultivo en buenos ambientes con buen perfil hídrico y limpios. Además, se está viendo que para poder continuar sembrando, en zonas alejadas de los puertos se están armando circuitos regionales convirtiendo el cultivo, por ejemplo, en carne, para tener mayor libertad en la comercialización y abaratar costos en términos de flete, un rubro que pesa mucho.
5- Esta baja en el área maicera, ¿será ocupada por la soja?
El maíz se destina a buenos lotes. Con una reducción en la superficie del cereal, habrá suelos con mayor aptitud agrícola que quedarán libres. Habría un traslado de la soja hacía estos ambientes, pero no se expandiría el área total de la oleaginosa. De todas maneras, no es lo mismo el norte del país que la zona núcleo. En Chaco, por ejemplo, habrá muchas lotes que no se van a sembrar. Se ofrecen campos sin cobrar alquiler para que los limpien. Pero nadie los quiere trabajar y ahora se ve que están rompiendo los suelos, volviendo a la labranza. En la zona núcleo es diferente, porque hay pocos lotes con ambientes de baja o mala productividad. Aquí sí podría aumentar el área sojera.
6- ¿Y qué ocurrió con el trigo?
En trigo hubo una caída en la superficie del 16%. Se pasó de 4.400.000 a 3.700.000 de hectáreas. La baja se dio sobre todo en el centro/norte del país. Pero el clima acompañó y mantiene expectativas de alcanzar la cosecha con rindes promedios, casi sin tecnología. En el sudeste bonaerense, zona típica del cereal, hubo un leve descenso en el área.