En el tramo final de la carrera hacia las elecciones presidenciales hay pocas certezas sobre cuál será el futuro económico de la Argentina, pero una idea asoma ya casi como un hecho: no sobrarán recursos en ninguno de los niveles de gobierno.

En un año en el que cada peso contará, el Fondo Federal Solidario (FFS) creado por decreto en 2009 para coparticipar el 30% de los ingresos por retenciones a las soja volverá a darles malas noticias a gobernadores e intendentes. El monto de esa transferencia automática volverá a caer en términos reales, después de que en el acumulado de los primeros 8 meses de 2015 sólo aumentara 10,7% en pesos, según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

La cosecha de soja del próximo año caerá, según estimaciones de la Sociedad Rural Argentina (SRA) en unos 4 millones de toneladas. A eso debe sumarse el impacto de los precios que, si bien no tendrán la dimensión del último año, mantendrán la tendencia negativa. Por todo esto, desde la consultora Abeceb, que comanda Dante Sica, prevén que la menor recaudación de retenciones le quitará unos u$s 32 millones a provincias y municipios, por la retracción del fondo sojero, que de todas formas distribuirá casi u$s 1750 millones.

El impacto real sobre las economías provinciales está dado por el volumen que reciben según la coparticipación que les corresponde y su propia base recaudatoria. Esto hace que las provincias del norte del país sean las más afectadas. El caso de Formosa es el más extremo, porque sus ingresos por el FFS equivalen al 55% de su recaudación propia por impuestos. Le sigue La Rioja, donde el FFS es equivalente al 47,2% de su recaudación propia, seguida por Catamarca (36,3%); Santiago del Estero (33,8%); Jujuy (27,8%); Corrientes (26,4%) y Chaco (23,5%). En el resto de las provincias, ese guarismo cae por debajo del 20%, siendo Buenos Aires y la Capital Federal las menos afectadas, con el 3% y el 0,6% respectivamente, siempre según datos de Iaraf.

La caída de los ingresos por el fondo sojero no será inocua para la gran mayoría de las jurisdicciones. Para Dante Sica, en 2016 "las provincias van a tener que tocar el gasto, aumentar tarifas y recortar el déficit" en un contexto de reacomodamiento de las expectativas y con un PBI que no repuntará en lo inmediato. Adicionalmente, pese a que por la misma norma de creación del FFS sus ingresos deben ser utilizados para obras, las provincias que están más complicadas financieramente los destinan a otras necesidades, agregó Sica.

A nivel nacional, la menor recaudación por retenciones también tendrá un fuerte impacto. Desde la SRA estiman que entre todos los granos (incluyendo trigo, maíz y girasol entre otros) ingresarán por retenciones unos u$s 1200 millones menos.